Yo soy el Alfa y la Omega —dice el Señor Dios—, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.Apocalipsis 1:8.
Lectura: Apocalipsis
1:1-20. Versículo del día: Apocalipsis
1:8
MEDITACIÓN DIARIA
El Señor es el Alfa y
la Omega. Como quien dice lo abarca todo; porque en Él están todas las cosas y
por Él fueron creadas; y sin Él nada de lo creado existiría (Juan 1:3). En Éxodo 3:14, vemos que el Señor se
manifiesta a Moisés como el “Yo soy”; y en Isaías 44:6 afirma: “Así dice el Señor, el Señor Todopoderoso,
rey y redentor de Israel: Yo soy el primero y el último; fuera de mí no hay
otro dios”. Esto nos demuestra la Deidad
de Cristo, quien es desde el principio con el Padre. ¿Un misterio?
Claro que sí, pero importantísimo en la vida de todo cristiano. Un misterio porque Cristo Jesús, el unigénito
del Padre, se hace hombre para venir a redimir a la humanidad.
¡Qué bendición conocer al
Señor Jesucristo! Saber que “En él
estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad” (Juan 1:4). Esa vida, es la que me da vida propia directamente
a mí. Ahora entiendo el porqué de su
misericordia al estar al borde de la muerte: simplemente porque mi Señor lo es
todo; es vida y su amor se extiende inclusive a darme parte de su vida, para
que yo viva. “No tengas miedo. Yo soy el Primero y el Último, y el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo
por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del infierno”
(vv.17-18 en la lectura). Sí, en sus
manos están la muerte y el infierno y si Él dice: ‘vive’, nadie absolutamente
nadie puede contradecirle. En otras
palabras: “No tengas miedo; yo lo abarco todo; mi vida es la tuya porque yo te
la doy para que vivas”. Estas palabras
parecen retumbar más que nunca en mi cabeza.
Ahora comprendo su infinito amor y el estar por un segundo aunque sea en
su presencia. ¡Es que es tan hermoso,
tan sincero, tan dulce y tierno ese momento, que es difícil de explicar! Lo único que sé es que el bendito Libro del
Apocalipsis siempre me ha extasiado y cada vez que lo leo, mi Señor me regala
algo nuevo sobre Él.
Señor Jesús: Eres el
que Era, el que Es, y El que ha de venir.
Eres el Principio y el Fin. Eres
el Alfa y la Omega. ¡Tú, lo Eres Todo
Señor! Esta vida tiene sentido solamente
porque ahí estás. ¡Gracias por tu
bendita presencia! ¡Esperamos tu
gloriosa venida mi Amado Señor! ¡El
mundo está en completo caos! No sé si
será muy egoísta de mi parte, pero anhelo que regreses pronto. ¡Ven Señor Jesús!
Un abrazo y
bendiciones,
Dora C.
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