¡Sólo tú eres el Señor! Tú has hecho los cielos, y los cielos de los cielos con todas sus estrellas. Tú le das vida a todo lo creado: la tierra y el mar con todo lo que hay en ellos. ¡Por eso te adoran los ejércitos del cielo!Nehemías 9:6.
Lectura: Nehemías 9:1-38. Versículo del día: Nehemías 9:6.
MEDITACIÓN DIARIA
El pueblo de Israel antes
de exaltar al Señor por sus maravillas y por todo lo que había hecho por ellos,
hicieron algo muy importante: no solo confesaron sus propios pecados sino también
la maldad de sus antepasados (v. 2). Asumieron su responsabilidad, confesaron
sus pecados y le adoraron (v. 3).
Al ver el caos de
nuestra nación deberíamos de seguir este ejemplo: reconocer el pecado de nuestros
antepasados, confesarlo y pedir perdón por todo lo cometido; sin importar que
seamos o no los directos culpables (vv. 16, 23 y 28).
El arrepentimiento y la
confesión nos llevarán a restablecer la
comunión con nuestro Dios. Después de esto vendrá el momento propicio para rendirle
completa adoración con la intención de no ofenderle más de esta manera. Como Dios sí es fiel y cumple sus promesas
nos conducirá nuevamente por el camino correcto y permitirá una regeneración
total en cada individuo que se rinda a sus píes.
La exhortación es igual
ahora que en los tiempos de Nehemías: “¡Vamos,
bendigan al Señor su Dios desde ahora y para siempre! ¡Bendito seas, Señor! ¡Sea exaltado tu glorioso nombre, que está
por encima de toda bendición y alabanza!” (v. 5).
Si, Señor. Permite que
toda nuestra nación entienda lo que has hecho por ella y las palabras tuyas en
la cruz perdonando tanta maldad. ¡Limpia nuestra tierra Señor, para que tu
nombre sea exaltado en cada rincón de este territorio que ahora te entregamos! ¡Bendito seas Señor!
Un abrazo y
bendiciones,
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