jueves, 12 de septiembre de 2013

El Señor merece lo mejor




Ustedes traen animales ciegos para el sacrificio, y piensan que no tiene nada de malo; sacrifican animales cojos o enfermos, y piensan que no tiene nada de malo. ¿Por qué no tratan de ofrecérselos a su gobernante? ¿Creen que estaría él contento con ustedes? ¿Se ganarían su favor? —dice el Señor Todopoderoso—. 
Malaquías 2:8.  


Lectura: Malaquías 2:6-14.  Versículo del día: Malaquías 2:8.

MEDITACIÓN DIARIA

Nuestro corazón debe de estar dispuesto para dar al Señor lo mejor que tenemos.  En la lectura Dios a través del profeta Malaquías, le hace ver al pueblo de Israel la clase de ofrendas que ellos consideraban estaban bien, pero no; es que en ellos ya existía una apatía y desdén por los sacrificios que ofrecían al Señor, que poco les importaba no cumplir con lo que prometían.  Le dedicaban un animal en buen estado y a la hora de la verdad, le ofrecían un animal mutilado. El Señor les pregunta: “El hijo honra a su padre y el siervo a su señor. Ahora bien, si soy padre, ¿dónde está el honor que merezco? Y si soy señor, ¿dónde está el respeto que se me debe?” (v. 6).
En este tiempo no ofrecemos ni machos cabríos, ni corderos, ni ningún otro animal; pero bien estaría tomar esta amonestación directa del Señor para reflexionar y meditar si en verdad nosotros, cuando ofrecemos algo, lo damos desinteresadamente y en óptimas condiciones.  Ejemplos tenemos en cantidades empezando porque inclusive con los mismos diezmos y ofrendas, muchas veces se dan con desagrado, y no como lo primero, sino como si fuera más bien una limosna. El Señor no es un pordiosero. En otras ocasiones, cuando se piden colaboraciones especiales por algún desastre y se recoge ropa, alimentos o medicinas, se aprovecha la ocasión para salir de lo viejo, de lo que ya no sirve, y lo que se ofrece viene a ser lo deshecho.  Recordemos lo que el Señor dijo: “Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí”. (Mateo 25:40).
Como pregunta el versículo del día: “¿Por qué no tratan de ofrecérselos a su gobernante? ¿Creen que estaría él contento con ustedes? ¿Se ganarían su favor?  Cuestionémonos: acaso el Señor que es el Dios verdadero, el Rey de reyes, el Señor de señores, ¿no merece que le honremos muchísimo mejor que a un humano?

Amado Señor: Enséñanos a brindarte lo mejor que poseemos y no migajas. También enséñanos a dar al  prójimo pensando que lo hacemos  como para ti. Gracias porque tú bendices al dador alegre.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: