No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra.Gálatas 6:7.
Lectura: Gálatas
6:6-10. Versículo del día: Gálatas 6:7.
MEDITACIÓN DIARIA
“Cada uno cosecha lo
que siembra”. A veces nos encontramos
con personas que se sienten y hasta se disgustan con otras, porque no les
tomaron la atención debida en determinada circunstancia, y personalmente me he
dado cuenta que muchas veces, los obstáculos que se presentan para no devolver ‘el
favor’ si es que antes lo hubo, no es cuestión de quien lo pretende, es
simplemente Dios quien lleva muy bien las cuentas de nuestras
acciones y dice: ‘no has sembrado; no puedes recibir cosecha’. Proverbios lo dice muy claro: Cada uno, de la
obra de sus manos recibe su recompensa (Proverbios 12:14).
Ahora, que sembrar no
se refiere exclusivamente a dinero; son también las buenas acciones que
tengamos, “sabiendo que el Señor recompensará a cada uno por el bien que haya
hecho” (Efesios 6:8). Por lo tanto considero un deber de toda persona y más de
un cristiano, hacer siempre el bien y devolver bien por mal; y se ha
determinado sembrar, hacerlo desinteresadamente sin esperar nada a cambio. Hacer las cosas con corazón como para el
Señor, sin interés alguno; no para los
hombres.
Tengamos presente, que
lo que yo elija hacer sea bueno o sea malo, tendrá repercusión en el futuro (v. 8 en la
lectura). Y puede que no sea con nosotros mismos; si yo elijo tenderle la mano
a un anciano, muy seguramente Dios dispondrá que más adelante alguien también socorra
a mi padre. Si lo hacemos con otros jóvenes, la recompensa la recibirán
nuestros hijos en determinadas situaciones.
Dios nunca se queda con nada guardado.
“No nos cansemos de
hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por
vencidos. Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a
todos, y en especial a los de la familia de la fe” (vv. 9-10).
Amado Señor: Enséñanos
a sembrar siempre el bien sin esperar recompensa alguna de las personas, ya que
Tú mismo te encargarás de ello. Gracias por permitirnos entender esta verdad y
practicarla.
Un abrazo y
bendiciones,
Dora C.
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