Con todo, jamás le negaré mi amor, ni mi fidelidad le faltará.Salmo 89:33.
Lectura: Salmo 89:1-37.
Versículo del día: Salmo 89:33.
MEDITACIÓN DIARIA
Igualmente como el Señor prometió
bendecir a David generación tras generación, también lo hará con nosotros que
ya lo conocemos y seguimos. El Señor
sabe de antemano que somos débiles y caemos fácilmente, pero nos dice que: ‘Con todo, jamás le negaré mi amor, ni mi
fidelidad le faltará’. Andamos en
luz y la sangre de Cristo nos limpia de todo pecado y el Señor nos perdona si los
confesamos, si reconocemos las faltas cometidas porque: “Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de
toda maldad” (1 Juan 1:9 RVR 1909).
¡Que amor tan grande el de nuestro Dios! Siempre está dispuesto a perdonar. Nadie sabe hacerlo mejor que Él. A veces nos parece imposible tanta
misericordia porque como humanamente no somos así, creemos que el Señor obra de
igual forma. Al revés, nos da el modelo para aprender a perdonar olvidando toda
ofensa del mismo modo: tan lejos como está el oriente del occidente (Salmo
103:12); sin abandonar nunca el amor y la fidelidad; sigamos su ejemplo.
Amado Señor: Gracias porque tu amor y fidelidad se funden
para brindarnos tu misericordia innegable. Enséñanos a obrar de la misma manera
que Tú lo haces con nosotros, sabiendo que el amor al prójimo es el segundo en
importancia para ti.
Un abrazo y bendiciones.
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