martes, 23 de abril de 2013

Alrededor, también hay los que esperan por ti




Una noche el Señor le dijo a Pablo en una visión: No tengas miedo; sigue hablando y no te calles, pues estoy contigo.  Aunque te ataquen, no voy a dejar que nadie te haga daño, porque tengo mucha gente en esta ciudad. 
Hechos 18:9-10.


Lectura: Hechos 18:5-17.  Versículo del día: Hechos 18:9-10.

MEDITACIÓN DIARIA

Es el mismo Señor quien nos da el ánimo para hablar  y testificar a otros de Él.  Todos tenemos algo que contar cuando hemos conocido al Señor Jesús.  El solo hecho de convertirnos y pasar de un antes a un después, ya es suficiente para compartir del poder de Dios obrando en nuestras vidas.
Pablo más que ningún otro, podía decir con certeza quién fue el que lo persuadió de seguirle y de abandonar la persecución a los primeros cristianos.  Él como todos, tuvo un antes lleno de odios, celos, tradiciones e incluso de revoltoso y asesino, si tenemos en cuenta que aprobó el martirio de Esteban, lo cual lo hizo cómplice.  Iba para Damasco con el fin de entregar a otros cristianos cuando en una visión, tuvo un encuentro con el Señor.  De ahí en adelante, Dios se ocupó de él y fue un instrumento útil en sus manos. Jamás Dios volvió a recordarle sus pecados porque lo dice su Palabra: los olvidará tan lejos como está el oriente del occidente. El Señor es el único que puede cambiar vidas dándoles un giro total, pero esto con el fin de que nunca dejemos de exaltarlo y adorarlo como lo merece y teniendo presente que también estamos llamados a hablar y no callar. Hablar sin temor, sabiendo que es Dios con su Santo Espíritu quien pone las palabras en nuestra boca.  Hablar de sus maravillas y de su gran poder restaurador; hay mucha gente esperando como en Corinto, palabras de salvación.

Amado Señor: Día tras día, nos muestras a través del libro de Hechos y en especial de Pablo, la importancia de predicar tu mensaje de redención.  Ansiamos ser obedientes  y empezar a compartir donde quiera que estemos, porque queremos ser partícipes de la gran comisión como es tu deseo. No nos dejes callar, sabiendo que hay tantos esperando por Ti.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: