miércoles, 24 de abril de 2013

Santifícanos en tu verdad



Sean santos, porque yo, el Señor su Dios, soy santo. 
Levítico 19:2.


Lectura: Levítico 19:1-18.  Versículo principal: Levítico 19:2.

MEDITACIÓN DIARIA

Así como el Señor exigía santidad a su pueblo, también la exige a su Iglesia.  No fueron solo palabras dadas por Dios desde el comienzo a través de la ley.  El Señor en Mateo 5:48, nos vuelve a decir lo mismo. El Señor nos escogió para que fuéramos santos y sin mancha delante de Él (Efesios 1:4).
La meta de todos los cristianos es precisamente llegar a cumplir el propósito de Dios en nosotros y se cumple cuando el que empezó la buena obra, la termine.  No seremos completamente santos, pero buscaremos la perfección mediante la ayuda del Espíritu Santo quien nos da el poder para tratar de cumplir fielmente los preceptos de Dios Padre. Tenemos que ser conscientes de que mientras estemos aquí en este mundo caído, vamos a pecar igual que los no cristianos; pero gracias que en el Señor Jesús tenemos redención de pecados y por su infinita misericordia Él nos justifica y santifica (1 Corintios 1:30). Esto de ninguna manera quiere decir que vamos a pecar deliberadamente.  Si amamos al Señor, obedeceremos sus mandatos y le complaceremos.  Trataremos de no contrariarlo y cuando pequemos podemos acercarnos confesándolos, sabiendo que nos perdonará y limpiará de toda iniquidad.

Amado Dios: Gracias porque Tú nos santificas a través de Jesús, quien ya nos lavó con su preciosa sangre. Gracias porque no somos perfectos, pero Tú nos santificas en tu verdad, y tu Palabra es verdad.

Un abrazo y bendiciones.

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