Él cayó al suelo y oyó una voz que le decía: —Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?Hechos 9:4.
Lectura: Hechos 9:1-19. Versículo del día: Hechos 9:4.
MEDITACIÓN DIARIA
Pueda que no sea exactamente como Saulo, que se llegue al
extremo de matar y flagelar a los cristianos; sin embargo, hay muchos que se
oponen al verdadero cristianismo, porque vienen de una cultura muy tradicionalista. Me explico: El cristianismo se divide en tres
ramas: católicos, ortodoxos y protestantes. En la rama del catolicismo por
haber sido la religión implantada desde la colonia, existe aún mucho
tradicionalismo cegado ante los errores, por no tener en cuenta Las Escrituras.
Dentro del protestantismo, de igual manera: existe un tradicionalismo que
conlleva a un sinnúmero de iglesias
evangélicas, a imponer cargas a los feligreses, guiándolos por un legalismo que
lo único que deja son huellas de resentimiento y alejamiento total; actúan tanto los unos como los otros, al
igual que los fariseos y saduceos de esa época: sin querer mirar más allá.
Examinémonos y objetivamente miremos la verdadera esencia del
cristianismo. Creamos firmemente en el Señor Jesucristo como autor y consumador
de la fe y no nos desviemos por ramas sutiles. El cristianismo, es un modo de
vida; no un formulismo de leyes y costumbres. Precisamente Pablo, después de su
conversión nos dejó en una de sus cartas, que todo nos es lícito, pero no todo
nos conviene ni edifica (1 Corintios 10:23). Tenemos al Espíritu Santo quien
nos instruye y da discernimiento; busquémosle y llenémonos de su presencia para
tratar de vivir un cristianismo más exacto, donde demos auténtico testimonio
como hijos de Dios. Volvámonos “Pablos”
y dejemos que el Señor nos use como instrumentos valiosos (v. 15 en la lectura), para llevar el
mensaje de salvación de manera clara y sencilla.
Amado Señor: Perdónanos por las veces que hemos sido “Saulos”,
desviándonos de lo que es tu ministerio.
Hoy queremos ser “Pablos”, llevando una vida fructífera e íntegra a tus
ojos. Pon en nosotros el querer como el
hacer por tu buena voluntad.
Un abrazo y bendiciones.
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