Quiero triunfar en el camino de perfección: ¿Cuándo me visitarás? Quiero conducirme en mi propia casa con integridad de corazón.Salmo 101:2.
Lectura: Salmo 101:1-8. Versículo del día: Salmo 101:2.
MEDITACIÓN DIARIA
Considero que la meta de todo cristiano es llegar a la
perfección. Si no se llega, por lo menos
buscarla, porque es la única manera de vivir en integridad. Qué bueno sería tener en cuenta en nuestra
oración diaria las mismas palabras del rey David: “Quiero triunfar en el camino de perfección… Quiero conducirme en mi
propia casa con integridad de corazón”.
Muy importante tener bien claras las reglas de nuestra propia
casa, para que allí no se permita abusar de ellas. Nuestro hogar es el recinto
más sagrado que podamos tener. En la
mayoría de los casos se convive con pequeños a quienes es importante darles un
buen testimonio y esto se hace con ejemplo.
David fue muy sincero al afirmar: “Jamás
habitará bajo mi techo nadie que practique el engaño; jamás prevalecerá en mi
presencia nadie que hable con falsedad” (v. 7). Nuestro hogar debe de estar fundamentado bajo
los principios cristianos: “Con sabiduría
se construye la casa; con inteligencia se echan los cimientos. Con buen juicio
se llenan sus cuartos de bellos y extraordinarios tesoros” (Proverbios 24:3-4). Los bellos y extraordinarios tesoros son
nuestros hijitos, a los cuales debemos cuidar y proteger de cualquier mal.
Guardarlos con celo extremo, sabiendo que si abrimos las puertas de para en
par, puede entrar alguien que dañe sus corazones.
Meditemos sobre lo que nos dice el Salmo y propongámonos
andar en integridad empezando por casa. Cuidémosla de manera que allí se note
la presencia del Señor por su calidez, amabilidad y respeto.
Amado Señor: Permite que nuestro hogar sea el sitio donde
podamos disfrutar sanamente de tus bendiciones. Que sea el lugar primero para dar testimonio de
una vida íntegra como es tu propósito, con todos los que te amamos.
Un abrazo y bendiciones.
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