—Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos —le contestaron.Hechos 16:31.
Lectura: Hechos 16:16-40.
Versículo del día: Hechos 16:31.
MEDITACIÓN DIARIA
Esta petición del carcelero a Pablo y Silas, es una respuesta
más, de lo que Dios puede hacer cuando sus hijos se reúnen para orarle y
alabarle. Pablo y Silas se encontraban en Filipos predicando y por causa de una
joven esclava que tenía un espíritu de adivinación fueron echados a la cárcel
cuando Pablo lo reprendió; pues sus amos, querían sacar partido de ella y ganar
dinero. Al ver que se les esfumaba tal posibilidad, los hicieron encarcelar
(vv. 16-24).
En vez de renegar por su situación se pusieron a orar y
cantar himnos a Dios, mientras los otros presos los escuchaban. Entonces, se
produjo un terremoto y tanto las puertas como las cadenas se abrieron y el
carcelero quería matarse de pensar que todos se volarían (vv. 25-27), “Pero Pablo le gritó: —¡No te hagas ningún daño! ¡Todos estamos
aquí!” (v. 28). Ante este
testimonio, el carcelero les pregunta: “—Señores,
¿qué tengo que hacer para ser salvo?” (v. 30). La respuesta no se hace esperar: “Cree en el Señor Jesús; así tú y tu
familia serán salvos”. Así sucedió:
el carcelero y toda su familia creyeron (vv. 32-34).
Para meditar: Aunque las circunstancias parezcan oscuras,
Dios puede hacer que resplandezcan. La
oración y la alabanza son armas indestructibles. Por otro lado, siempre debemos tener presente
que en cualquier tiempo y lugar, hay almas esperando que les llevemos el
mensaje de salvación.
Amado Señor: Queremos tener el denuedo de Pablo y Silas para
compartir las Buenas Nuevas. Pon en
nosotros, el querer como el hacer por tu buena voluntad, y permite que seamos
verdaderos instrumentos tuyos sin tener en cuenta las circunstancias que nos
rodeen.
Un abrazo y bendiciones.
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