lunes, 8 de abril de 2013

Siempre hay algo para dar


—No tengo plata ni oro —declaró Pedro—, pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda! 
Hechos 1:6.

Lectura: Hechos 1:1-9.  Versículo del día: Hechos 1:6.

MEDITACIÓN DIARIA

¡Cuántas cosas se tienen para dar y nunca se ofrece nada!  El que es dadivoso no le cuesta compartir con otros lo que tiene.  Nunca se es demasiado pobre para decir que no.  Pedro y Juan no poseían ni oro ni plata; sin embargo, Pedro le brinda lo mejor al hombre lisiado de nacimiento y limosnero del templo: la sanidad de su cuerpo y de su alma.  “Luego entró con ellos en el templo con sus propios pies, saltando y alabando a Dios” (v.8).
Nunca más digas: ‘no tengo’.  Da, de lo que tienes: una sonrisa, un saludo, un beso o abrazo, un ‘Dios te bendiga’, una palabra de aliento, una oración, y lo mejor e inigualable: la salvación; llévalo a los píes del Señor.  No se necesita ser rico materialmente para compartir con nuestros semejantes; se necesita una buena dosis de riqueza interior.

Amado Señor: Enséñanos a ser compasivos como Tú lo fuiste y tomar la lección igualmente como lo hicieron tus discípulos. Gracias por las personas que siempre colocas a nuestro lado para que de una u otra manera nos demuestren su amor. Oramos, porque lluevan sobre ellas las ricas bendiciones con las que a diario honras a tus hijos.

Un abrazo y bendiciones.   


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