domingo, 27 de enero de 2013

¿Lo loamos, o lo crucificamos?



Tanto la gente que iba delante de él como la que iba detrás, gritaba: —¡Hosanna al Hijo de David! —¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! —¡Hosanna en las alturas!
Mateo 21:9.


Lectura: Mateo 21:1-17.  Versículo del día: Mateo 21:9.

MEDITACIÓN DIARIA

Jesús llegó a Jerusalén; su Jerusalén amada y por la que clamaba y se angustiaba.  En su entrada la gente se agolpó, alabándolo por lo que era y reconociéndolo como al Hijo de David.  ¿Por qué lo hicieron? Por un impulso del momento o por actuar por sentimientos, quizá.  El caso es que esta gente que lo estaba loando, sería la que más tarde gritaría con rabia y furor: “¡Fuera! ¡Fuera! ¡Crucifícalo!” (Juan 19:15).
El Señor se dirigió al templo donde sanó a muchos enfermos (v. 14); ¿sería su necesidad de sanidad lo que les hizo alabarle en su entrada? Comúnmente las personas buscan a Dios en momentos de angustia. Es como el “Dios bomberito”; está ahí para apagar incendios, pero después del milagro se olvida y sigue con lo mismo sin acordarse de quien hizo la obra. Incluso vuelve a los ídolos, a las imágenes que lo desvían del verdadero camino y comparten la gloria de Dios equivocadamente sin acordarse de que es un Dios celoso: “Yo soy el Señor; ¡ése es mi nombre! No entrego a otros mi gloria, ni mi alabanza a los ídolos” (Isaías 42:8).
El Señor sí está interesado en sanar a los enfermos, pero antes que nada desea la sanación espiritual, la cual todos necesitamos y por la que vino a morir en una cruz. Cuando lo rechazamos, estamos obrando igual que aquel pueblo gritando: “¡Fuera! ¡Crucifícalo!".  El agradecimiento por los beneficios recibidos queda atrás y nos olvidamos muy pronto del “¡Hosanna al Hijo de David!”. Con los mismos labios que lo alabamos, lo estamos negando. Reflexionemos sobre lo anterior.

Amado Dios: Enséñanos a ser radicales en nuestra fe, sabiendo que nuestra vida depende exclusivamente de ti; y que si nos has dado una nueva oportunidad de vivir es para honrarte  y darte toda la gloria y adoración que mereces.

Un abrazo y bendiciones.

3 comentarios:

Javier romero dijo...

Hola tus devocional es son muy enriquecedores ,cuanto hace
que conoces del SEnor?

Javier romero dijo...

Muy. Enriquecedores cuanto hace que conoces del SEnor?

Dora C. dijo...

Gracias Javier por leer mis devocionales. La gloria sea para nuestro amado Señor.
Yo conocí al Señor siendo una jovencita; hace alrededor de unos treinta y cinco años.
Bendiciones para ti.