Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan; ¡por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra!Génesis 12:3
Lectura: Génesis 12:1-9. Versículo del día: Génesis 12:3.
MEDITACIÓN DIARIA
Abraham es ejemplo de obediencia
y de fe. Sencillamente creyó las palabras que Dios le pronunció y sin discusión
alguna dejó su tierra y su parentela para seguir al Señor (vv 1 y 2).
Este hombre sencillo y humilde,
dispuso su corazón para dejarse guiar por el Altísimo y llegó a la tierra de
Canaán. En la región de Siquén, el Señor le volvió a hablar prometiéndole esa
tierra a sus descendientes (v. 7), y aún sin tenerlos: “Ante
la promesa de Dios no vaciló como un incrédulo, sino que se reafirmó en su fe y
dio gloria a Dios, plenamente
convencido de que Dios tenía poder para cumplir lo que había prometido”
(Romanos 4:20-21).
Reflexionemos sobre la lección
que nos dejó Abraham y dispongámonos a obedecer a Dios sabiendo que las muchas
promesas que nos tiene todas se cumplirán, así no las veamos. Si hay que
esperar, esperaremos sin desfallecer. Que nuestro motor sea la fe, dirigida por
la obediencia para recibir las ricas bendiciones con las que el Señor nos
quiere honrar.
Amado Señor: Gracias porque lo
único que demandas de nosotros es obediencia. Permite que así no vislumbremos
lo que nos has prometido, tengamos la convicción que llegará porque simplemente
Tú lo has dicho y eres un Dios veraz. Esperamos con los ojos puestos en Ti porque
sabemos que tus promesas son: “Sí” y por fe decimos “amén”.
Un abrazo y bendiciones.
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