sábado, 21 de enero de 2012

¿Palabras sinceras?

Tanto la gente que iba delante de él como la que iba detrás, gritaba: –¡Hosanna al Hijo de David! –¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! –¡Hosanna en las alturas!
Mateo 21: 9.

Lectura diaria: Mateo 21:1-11. Versículo principal: Mateo 21:9.

REFLEXIÓN

Esta gente que lo estaba aclamando, era la misma que unos días más tarde gritarían con toda su furia: “–¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!” (Lc. 12:20-21). Lo alabaron solamente de labios pero con su corazón no decían la verdad. “¡Hipócritas! Tenía razón Isaías cuando profetizó de ustedes: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí” (Mt. 15:7-8).
Preguntémonos si nosotros hacemos de igual modo. Cuántas veces no adoramos al Señor repitiendo palabras por inercia, pero en el fondo no hay sinceridad. Recordemos bien lo dicho por el apóstol Santiago en su carta: “Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a las personas creadas a imagen de Dios. De una misma boca salen bendición y maldición” (Stg. 3:9-10). Esto no debe suceder así. Como reflexión aprendamos a adorar a nuestro Dios y Padre en espíritu y en verdad, como Él quiere que sea (Jn. 4:23). Dios es Espíritu y como tal quiere que le adoremos: totalmente. Con adoración verdadera no falsa; adoración que salga de nuestro interior, con un corazón recto y quebrantado de saber que se está ante su presencia.

Señor: Danos la pildorita de la adoración completa hacia ti, tal como tú la mereces.

Un abrazo y bendiciones,

No hay comentarios: