sábado, 19 de noviembre de 2011

El estanque sanador

–Levántate, recoge tu camilla y anda –le contestó Jesús.
Juan 5:8.


Lectura diaria: Juan 5:1-15. Versículo para destacar: Juan 5:8.


ENSEÑANZA


En tiempos de Jesús, en Jerusalén junto a la puerta de las Ovejas se encontraba un tanque sanador. El estanque estaba rodeado de cinco pórticos en los cuales se apostaban los enfermos y el que primero lograra entrar al tanque cuando el agua estaba en movimiento quedaba sano. Se encontraba allí un hombre inválido que llevaba enfermo treinta y ocho años (v. 5), Jesús lo vio, le preguntó si quería ser sano y su respuesta fue la siguiente: “–Señor –respondió–, no tengo a nadie que me meta en el estanque mientras se agita el agua, y cuando trato de hacerlo, otro se mete antes” (v. 7). Jesús, demostrando su poder y gloria le dice: “–Levántate, recoge tu camilla y anda”; el hombre obedeciendo lo hace y queda sano.

El medio que nos rodea no es el más sano ni adecuado; está lleno de turbulencia y maldad. Reina el egoísmo del hombre y éste es una piedra frente al dolor ajeno. Tal vez no solo hay dolencias físicas; también se encuentran dolencias financieras, dolencias morales y éticas y las dolencias del alma que son más fuertes todavía. El mundo está ávido de amor y lo que vemos que avasalla es la ley del más fuerte impregnada de una alta dosis de egocentrismo. Jesús viene a ofrecernos sanidad y medicina en todos los campos; al igual que en la lectura, pasa a ser Él, el propio estanque sanador. No necesitamos de aguas ni menjunjes de ninguna especie porque sencillamente Jesús es el agua de vida. Lo único que nos pide el Señor es que volteemos los ojos hacia Él y como aquel inválido, nos levantemos y empecemos a andar correctamente. ¿Qué se necesita para lograrlo? Que haya alguien que nos hable y nos sumerja en Jesucristo y el mismo Señor se encargará entonces, de refrescar las heridas y dolencias que padecemos porque Jesús es el médico por excelencia del área espiritual, física y emocional de todo ser humano.


Quizá estés pensando que no tienes necesidades que te atormenten por ahora y poco te interesa este devocional. Déjame decirte que aunque creas estar lleno en tu área física y emocional tu área espiritual solamente puede ser llena a través de Jesucristo. Blas Pascal, gran matemático y físico lo describió así: "En el corazón de todo hombre existe un vacío que tiene la forma de Dios. Este vacío no puede ser llenado por ninguna cosa creada. Él puede ser llenado únicamente por Dios, hecho conocido mediante Cristo Jesús". Así es; tu área espiritual está vacía y la única manera de llenarla es recibiendo a Jesucristo en tu corazón. Si lo deseas te puedo guiar con una oración como la siguiente:


Señor Jesucristo: Confieso que estoy necesitado de ti. Ven a mi vida, hoy decido aceptarte como mi Señor y Salvador personal. Perdona mis pecados y hazme la persona que quieres que yo sea. Gracias Señor por hacerlo. En tu nombre Jesús, amén.


Un abrazo y bendiciones.

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