jueves, 10 de noviembre de 2011

Ángeles en el camino

Porque él ordenará que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos.
Salmo 91:11.


Lectura diaria: Salmo 91:1-16. Versículo para destacar: Salmo 91:11.


ENSEÑANZA


Todo el Salmo 91 habla de la protección que el Señor nos brinda y debemos saber que es Palabra de Dios, cogernos de ella y tener la certeza que lo escrito es para nosotros. Lo creemos por fe no por agüeros ni pronósticos del horóscopo; simplemente sabemos que es lo que Dios nos dice y lo tomamos. Desafortunadamente, ahora se ven hogares y negocios donde tienen una Biblia abierta en este Salmo pero no porque se crea en Dios sino como me contestó en una ocasión un Señor al preguntarle: “Es como el amuleto para que no me pase nada”. Bajo ningún punto de vista la Biblia la podemos convertir en eso. Los cristianos sabemos que es la Palabra inspirada por el Espíritu Santo para bien de la humanidad; es el Manual dejado por Dios a los hombres.

Es bajo estos parámetros que el creyente se mueve confiadamente sabiendo que el Señor siempre está resguardándolo de todo mal. Personalmente cada que salgo de casa me siento segura porque sé que a mi lado va acompañándome un ejército de ángeles que yo no veo pero que en muchas ocasiones los demás sí. Y cuántas otras miramos y a nuestro lado van una o dos personas en algún tramo solo y cuando ya salimos a lo concurrido, se desvanecen; son simplemente ángeles colocados por el Todopoderoso como acompañantes. No solamente por experiencia propia he comprobado cómo Dios manda a sus ángeles alrededor, sino que también he escuchado muchos testimonios al respecto. Conocí el caso de un hermano en la fe que manejaba taxi y le tocó un turno en la noche lo cual él esquivaba por la inseguridad; sin embargo oró al Señor pidiéndole protección. Más tarde al subirse un pasajero entabló conversación con él y cuando este se bajó le preguntó al conductor por qué el señor que iba a su lado no hablaba. El conductor se asombró porque más que nadie sabía que no había nadie con él; entonces comprendió que era un ángel puesto por Dios para hacerle compañía y darle protección tal como se lo había pedido. Si pudiéramos repasar el mapa de los recorridos diarios, veríamos cuántas veces hemos pensado ir “por allá” pero volteamos mejor “por aquí” sin darnos cuenta que es el mismo Señor quien está guiando nuestros pasos porque sabe que es la mejor opción y nos está librando de algún mal. Cuando me encuentro de repente sola por una calle empiezo a orar y a pedirle a Jesús que me cubra con su sangre. Muchos familiares me critican por desplazarme caminando de un lado a otro por toda la ciudad sin ningún temor. ¡Claro! También tengo que ser sabia y no meterme en la boca del lobo, pero eso es bien diferente a estar atemorizada a toda hora pensando que me van a atracar o hacer algún daño. Confío plenamente en la protección de mi Señor cuando salgo de casa. Los invito a apropiarse de este hermoso Salmo y buscar siempre el refugio seguro que da el Altísimo a todo el que se acoge a Él. Amigos y hermanos, para todos están disponibles los ángeles de Dios.


Si deseas conocer a Jesús como Señor y Salvador de tu vida, te invito a orarle así:


Señor Jesucristo: Yo te necesito. Te abro la puerta de mi vida y te acepto como mi Señor y Salvador personal. Toma el control del trono de mi vida, perdona mis pecados y hazme la persona que quieres que yo sea. Gracias Señor por hacerlo y por abrigarme bajo tu manto para sentir tu protección. Amén.


Un abrazo y bendiciones.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No se como llegue aquí, pero es sorprendente que precisamente hoy me realizaron una biopsia para descartar cáncer de seno, y es lo primero que lei además también quiero hacer algo por mi padre mas no se que ni como, gracias por compartirme la palabra de Dios.

Dora C. dijo...

Gracias a ti, por leerlos y retenerlos. La gloria sea para nuestro amado Señor Jesucristo. Puedes continuar entrando a mi blog y compartirlo con tu papá. El Señor mismo se encargará de que su Palabra no regrese vacía. Bendiciones.