domingo, 30 de octubre de 2011

Lluvias de bendiciones

Tú coronas el año con tus bondades, y tus carretas se desbordan de abundancia. Rebosan los prados del desierto; las colinas se visten de alegría. Pobladas de rebaños las praderas, y cubierto los valles de trigales, cantan y lanzan voces de alegría.
Salmo 65:11-13.


Lectura diaria: Salmo 65:9-13. Versículos para destacar: Salmo 65:11-13.


ENSEÑANZA


Bueno, no alcancé a enviar el devocional antes de salir para la iglesia y como Dios lo tiene todo bajo su control, más adelante les contaré el porqué. Se va terminando el año, volteamos los ojos hacia nuestras metas, propósitos y anhelos y podemos darnos cuenta quizá, que muchos de ellos no se han logrado. En la lectura del día, el salmista está reconociendo las bondades de Dios que traen alegría y paz. Recordemos que el tiempo de la navidad es precisamente eso: época de regocijo y paz y se va acercando. Dios no va a permitir que aquello por lo cual se ha luchado durante el año, se desvanezca o no se cumpla. Su Palabra es verdad: “Toda palabra de Dios es digna de crédito; Dios protege a los que en él buscan refugio” (Pr. 30:5). Si nuestro refugio es el Señor y hemos recurrido obedeciendo lo mandado por Él mismo: “Pidan y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá” (Lc. 11:9-10), ¿por qué dudamos? Si nos afianzamos en sus promesas y creemos con el corazón que es un hecho, así será. “Haré caer lluvias de bendición en el tiempo oportuno” (Ez. 34:26b). El tiempo oportuno ha llegado. Culminaremos este 2011 en medio de lluvias de bendición. El tiempo de la cosecha ha llegado y lo sembrado en el transcurso del año, lo recogeremos ahora. ¡Gloria a Dios! Dios cumple su Palabra porque es fiel; porque no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta; Dios no cambia de parecer y cumple lo que promete: “Tú coronas el año con tus bondades, y tus carretas se desbordan de abundancia”. El pastor de la iglesia termino la predicación con un pasaje donde hacía alusión a lo mismo de este devocional el cual les compartiré y por eso creo que estábamos sintonizados con el Señor, cosa que me agrada sobre manera: “–Tengan fe en Dios –respondió Jesús–. Les aseguro que si alguno le dice a este monte: “Quítate de ahí y tírate al mar”, creyendo, sin abrigar la menor duda de que lo que dice sucederá, lo obtendrá. Por eso les digo: crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán. Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados” (Mr. 11:22-25). Lo único que podría obstaculizar la petición sería la falta de perdón; como ya lo sabemos perdonemos y esperemos las grandes bendiciones que Dios derramará antes de que se termine el año. Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo, no lo digo yo, es Palabra de Dios.


Si no conoces a quien dijo Ser y no has tenido una relación personal con Él, déjame presentarte a Jesús de Nazaret para que puedas entenderlo y seguirlo. Solo tienes que ser sincero y creer que Jesús es el Hijo de Dios encarnado, que vino a morir por ti. Te sugiero una oración como la siguiente:


Amado Jesús: Confieso con mi boca y creo en mi corazón que eres el Hijo de Dios, muerto y resucitado. Que viniste a pagar por todos mis pecados para darme una nueva vida. Hoy decido aceptarte en mi corazón como Señor y Salvador personal; perdona mis pecados y hazme de acuerdo a tu santa voluntad. En tu nombre Jesús, amén.


Un abrazo y bendiciones.

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