domingo, 23 de octubre de 2011

Gratitud y votos al Señor

¡Ofrece a Dios tu gratitud, cumple tus promesas al Altísimo!
Salmo 50:14.


Lectura diaria: Salmo 50:7-15. Versículo para destacar: Salmo 50:14.


ENSEÑANZA


No sé por qué cuesta a tantos ser agradecidos si es una linda virtud que debemos cultivar. La gratitud es un valor propio de las almas nobles y sencillas. El versículo del día nos exhorta a practicar dos cosas a las cuales poca importancia se le da: dar gracias siempre a Dios y cumplirle lo prometido. ¿Quién más que Dios para merecer toda nuestra alabanza, honra y gratitud? Todo día trae consigo un motivo para demostrarle gratitud; el simple hecho de estar vivos es uno de ellos. Ahora si desmenuzamos más lo que recibimos durante ese solo día, podemos observar que hemos tenido: salud, comida, vestido, techo, alegría, etc. Es más, así estemos pasando dificultades también somos llamados a dar gracias porque el apóstol Pablo nos dice en su carta y no de manera afirmativa sino imperativa: “den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús” (2 Ts. 5:18), simplemente es un mandato. Sin embargo, si la persona cree que en lo adverso no tiene por qué ser agradecida, entonces busque un motivo para darle gracias al Señor porque estoy segura que siempre lo habrá de encontrar. El mostrar gratitud hacia Dios pese a los problemas será de gran bendición, porque Dios devuelve ese agradecimiento en victoria.

Por otro lado, aprendamos a no prometer lo que no se puede cumplir. “Cuando hagas un voto a Dios, no tardes en cumplirlo, porque a Dios no le agradan los necios. Cumple tus votos: Vale más no hacer votos que hacerlos y no cumplirlos” (Ecl. 5:4-5). Como estamos tan acostumbrados a hablar por hablar y nunca medimos las palabras, es fácil prometer y no cumplir. Antiguamente, la palabra de una persona valía muchísimo, ni siquiera era necesario plasmar en un papel lo acordado porque se respetaba altamente. Actualmente, es tan difícil encontrar personas de palabra que muchas veces ni siquiera se respeta lo que se escribe por ejemplo en una “Promesa de compra venta”. Esto no está bien ni siquiera para con el prójimo y para Dios que merece todo lo mejor, mucho menos. Propongámonos desde hoy a darle gracias al Señor en todo; quizá se esté viviendo en medio de crisis pero más adelante el mismo Señor nos demostrará lo beneficios resultados de esa situación. Una muestra de esa gratitud, puede ser precisamente cumplirle lo ofrecido.


El sacrificio mayor lo realizó el Señor Jesucristo viniendo a morir en la cruz por ti. Él quiere que le abras la puerta de tu corazón para venir a morar contigo. ¿Deseas hacerlo? Te puedo guiar con una oración como ésta:

Amado Jesús: Hoy comprendo que realizaste el más duro de los sacrificios de amor por mí. Decido aceptarte en mi vida como mi Señor y Salvador personal. Por favor entra en mi corazón, perdona mis pecados y hazme de acuerdo a tu santa voluntad. Gracias Señor por amarme y limpiarme con tu preciosa sangre; gracias por darme una nueva vida contigo para siempre. Amén.


Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: