martes, 18 de octubre de 2011

Esdras, siervo fiel

Esdras se había dedicado por completo a estudiar la ley del Señor, a ponerla en práctica y a enseñar sus preceptos y normas a los israelitas.
Esdras 7:10.


Lectura diaria: Esdras 7.1-28. Versículo para destacar: Esdras 7:10.


ENSEÑANZA


El sacerdote Esdras fue escogido por el rey de Persia para regresar a Jerusalén y le encomendó la misión de ir a honrar el templo del Señor llevando consigo a todos los que quisieran unírsele, incluyendo a sacerdotes y levitas (v. 13). Esdras gozaba del aprecio del rey y era muy versado en la ley del pueblo judío (v. 6). Este hombre se había interesado no solo por estudiar la ley del Señor sino por ponerla en práctica y enseñarla a otros. Veamos la importancia de estudiar y conocer las Escrituras. Cuando recibimos al Señor en nuestras vidas, entra también el Espíritu Santo quien es la persona indicada para instruirnos en el camino correcto; sin embargo, siempre habrá preguntas por hacer y es ahí donde tendremos a nuestro lado una persona que nos guíe. O como en el caso del etíope cuando Felipe se le acercó para saber si entendía el pasaje de Isaías que estaba leyendo, éste le respondió con otra pregunta “¿Y cómo voy a entenderlo si nadie me lo explica?” (Hch. 8:31). El etíope leía exactamente Isaías 53:7-8, donde Isaías profetizaba lo que le pasaría al Señor y quería saber de quién se trataba. Felipe había aprendido de primera mano (porque fue discípulo directo del Señor) quién había sido ese hombre que fue llevado como oveja al matadero para ser sacrificado en redención por la humanidad y aprovechó la oportunidad para darle las Buenas Nuevas de salvación a este etíope.

Todo siervo fiel debe de estar preparado para instruir, para continuar la obra que se le enseñó y que ha escuchado de otros, para encomendársela también a hombres fieles (2 Ti. 2:2). Con Esdras aprendemos que no le importó la adversidad por la que pasaba todo el pueblo judío en el tiempo de la cautividad. Lo que tenía valor para él, era precisamente cogerse del Rey del cielo y entender que Dios les estaba dando una nueva oportunidad para ser restaurados y por lo tanto debían seguirle y confiar nuevamente en su Señor. Sigamos el ejemplo de Esdras: no desmayar por más que veamos el panorama oscuro; aprendamos también a estudiar cautelosamente la Palabra de Dios, para que tengamos la oportunidad de enseñarla a otros y ofrecerles el mensaje de salvación en el momento propicio. Aprendamos a ser fuertes e íntegros y llevar a cabo la misión encomendada, cumpliendo a cabalidad las órdenes dadas.


Dios quiere que nadie perezca sino que todos lleguemos al conocimiento de la verdad. Jesucristo es la verdad y solamente en Él hay salvación. Te invito a que le conozcas y le hagas partícipe de tu vida; seguro no te va a defraudar. ¿Deseas hacerlo? Te puedo sugerir la siguiente oración:


Señor Jesucristo: Yo te necesito. Confieso que soy pecador y te pido perdón por ello. Te acepto como Señor y Salvador de mi vida; toma el control de ella y hazme de acuerdo a tu santa voluntad. En tu nombre Jesús, amén.


Un abrazo y bendiciones.

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