miércoles, 7 de septiembre de 2011

Más sobre la soberanía de Dios

Prepárate a hacerme frente; yo te cuestionaré, y tú me responderás.
Job 38:3.


Lectura diaria: Job 38:1-41. Versículo para destacar: Job 38:3.


ENSEÑANZA


Como ahora es tan difícil reconocer la mano de Dios en la creación del universo, ¿podemos quizá inquietarnos y responder sobre los mismos cuestionamientos que Dios le hizo a Job? He aquí algunos de ellos:

“¿Dónde estabas cuando puse las bases de la tierra? ¡Dímelo, si de veras sabes tanto!” (v. 4); “¿Sobre qué están puestos sus cimientos, o quién puso su piedra angular mientras cantaban a coro las estrellas matutinas y todos los ángeles gritaban de alegría? ¿Quién encerró el mar tras sus compuertas cuando este brotó del vientre de la tierra?” (vv. 6-8); “¿Has viajado hasta las fuentes del océano, o recorrido los rincones del abismo?” (v. 16); “¿Quién abre el canal para las lluvias torrenciales y le da paso a la tormenta? (v. 25); “¿Acaso la lluvia tiene padre? ¿Ha engendrado alguien las gotas de rocío? ¿De qué vientre nace el hielo? ¿Quién da a luz a la escarcha de los cielos?” (vv. 28-29); “¿Acaso puedes atar los lazos de las Pléyades, o desatar las cuerdas que sujetan al Orión? ¿Puedes hacer que las constelaciones salgan a tiempo? ¿Puedes guiar a la Osa Mayor y a la Menor?” (vv. 31-32); “¿Cazas tú la presa para las leonas y sacias el hambre de sus cachorros? ¿Eres tú quien alimenta a los cuervos cuando sus crías claman a mí y andan sin rumbo y sin comida?” (vv. 39 y 41).

Estos son solamente algunos de los interrogantes sobre el capítulo de lectura del día. Sin embargo, de ahí en adelante hasta el capítulo 41, son preguntas de las cuales el hombre no tiene respuesta alguna para Dios y no puede refutarle. “¿Corregirá al Todopoderoso quien contra él contiende? ¡Que le responda a Dios quien se atreve a acusarlo!” (Job 40:2). “No hay quien se atreva a provocarlo; ¿quién pues podría hacerle frente? ¿Y quién tiene alguna cuenta que cobrarme? ¡Mío es todo cuanto hay bajo los cielos!” (Job. 41: 10-11).

Nuestro Dios, es el Rey del universo y no hay nadie que pueda hacerle frente. Él es soberano, sublime y majestuoso. Termino con la doxología de Pablo: “¡Qué profundas son las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Qué indescifrables sus juicios e impenetrables sus caminos! ¿Quién ha conocido la mente del Señor, o quién ha sido su consejero? ¿Quién le ha dado primero a Dios, para que luego Dios le pague? Porque todas las cosas proceden de él, y existen por él y para él. ¡A él sea la gloria por siempre! Amén.” (Ro. 11:33-36).


El Hijo de Dios, el Verbo encarnado está disponible para ti; por medio de Él fueron creadas todas las cosas y vino al mundo a darte vida eterna. Si deseas conocerle te sugiero una oración para que puedas acercarte a Él. Podemos orar así:


Señor Jesucristo: Entiendo que eres el Verbo de Dios presente desde la creación del universo. Ahora decido arrepentirme de todos mis pecados y aceptarte en mi vida como mi Señor y Salvador personal. Perdona mis pecados y toma el control del trono que yo gobierno; hazme la persona que quieres que yo sea. Gracias Señor por escucharme y perdonarme. Gracias por permitirme conocerte como el Rey absoluto de toda la creación. En tu nombre Jesús, amén.


Un abrazo y bendiciones.

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