jueves, 7 de abril de 2011

Los dones no se compran

LOS DONES NO SE COMPRAN

“–¡Que tu dinero perezca contigo –le contestó Pedro–, porque intentaste comprar el don de Dios con dinero!”. H echos 8:20.

Lectura diaria: Hechos 8:1-40. Versículo para memorizar: Hechos 8:20.

ENSEÑANZA

En la lectura diaria se nos relatan dos contrastes: el del apóstol Felipe que en medio de persecución fue a Samaria a predicar el evangelio de las buenas nuevas, no solo dando palabras de vida eterna a través de Jesucristo, sino con milagros asombrosos: “De muchos endemoniados los espíritus malignos salían dando alaridos y un gran número de paralíticos y cojos quedaban sanos” (v. 7). Por otro lado estaba Simón el hechicero a quien la gente le creía y le ponía atención. A pesar de este hombre haberse convertido y creer aparentemente en Jesús, cuando vio que Pedro imponía las manos sobre los creyentes y éstos recibían el don del Espíritu Santo, vio una manera fácil de seguir con sus hechicerías y les ofreció dinero diciéndoles: “–Denme también a mí ese poder, para que todos a quienes yo les imponga las manos reciban el Espíritu Santo” (v. 19). Ya vimos lo que le contestó Pedro.

Desafortunadamente, en la actualidad se escucha y se ve en todos los medios de comunicación a hechiceros y espiritistas que promueven sus dotes por doquier y la gente les cree: que el vasito con agua de José Gregorio; que el talismán para enriquecerse; que el agua para ahuyentar los malos espíritus; que las cartas, el tarot, etc. ¿y dónde está Dios? Muchos usan su nombre para engañar a sus adeptos: “Y no es de extrañar, ya que Satanás mismo se disfraza de ángel de luz” (2 Co. 11:14). Como él es el padre de la mentira, la gente le cree fácilmente; sin embargo, cuando en verdad se está enseñando el evangelio ¡qué duros son los corazones para creer! Analicemos los dos ejemplos y entendamos que el don verdadero de predicar ni se compra, ni se vende; precisamente por eso es don, regalo, dádiva. Pidámosle al Señor el denuedo de Felipe y que nos llene con su Santo Espíritu para llevar el mensaje de salvación a tanto necesitado, antes que lleguen los hechiceros y don Sata nos los arrebate de las manos.

Si quieres verdaderamente conocer a Aquel que vino a morir por ti, pagar por todas tus culpas y darte una vida llena de poder y unción te invito a orar así:

Señor Jesucristo: Confieso que he pecado de muchas maneras pero hoy creo y acepto que tu bendita sangre me limpia de todo pecado. Ven a mi vida y toma el control de ella. Gracias Señor por hacerlo y por darme todo el poder de tu Santo Espíritu. En tu nombre Jesús, amén.

Un abrazo y bendiciones,

Dora C.

1 comentario:

Eljar Bernal Orjuela dijo...

muy buen, mensaje, esto tambien aplica a las iglesias cristianas evangelicas que promueven "los pactos" con dinero, ---si quieres una bendicion ven y pacta--- los pactos son biblicos pero son otros los que se hacen personalmente de corazon con el Señor, no como ahora lo quieren hacer ver... ademas que se ve muy feo para las personas que hasta ahora estan empezando los caminos del evangelio. DtB