lunes, 20 de septiembre de 2010

Ante la injusticia, confianza en Dios

Cuando los fundamentos son destruidos, ¿qué le queda al justo?
Salmo 11:3.


Lectura diaria: Salmo 11:1-13:5. Versículo del día: Salmo 11:3.


ENSEÑANZA


Cuando a pesar de leyes y sentencias, las decisiones injustas afectan nuestras vidas, definitivamente no hay otra cosa por hacer que presentarnos ante el gran Rey y Juez para que resuelva nuestro caso y salgamos adelante. Cada día es más la gente mentirosa y lisonjera que con dádivas compran conciencias en contra de los indefensos. Gracias a Dios que le tenemos y podemos recurrir a Él en cualquier momento y situación: “Dice el Señor: Voy ahora a levantarme, y pondré a salvo a los oprimidos” (Sal. 12:5). Si no ponemos nuestra confianza en el Señor, ¿en quién más? ¿Quién puede abrogar por nosotros, o cambiar corazones aparte del Señor? “Tu Señor, nos protegerás, tú siempre nos defenderás de esta gente, aun cuando los malvados sigan merodeando y la maldad sea exaltada en el mundo” (Sal. 12:7-8). En este mundo siempre habrá gente mala y más en tiempos como los actuales donde el ego está por encima de los intereses ajenos; donde la vulneración de los derechos, es el pan de cada día; y la injusticia reina por doquier. Ahora más que nunca, es cuando tenemos que afianzar nuestra fe y recurrir a los brazos del único fiel, justo y verdadero que es el Señor Jesucristo. Sin su ayuda estamos completamente inermes y fácilmente podemos ser la presa esperada por el enemigo, si damos cabida a ello. Gracias Señor por tenerte siempre a nuestro lado, por saber que si recurrimos a ti, tú nos respondes, porque nos amas y somos preciosos para ti. “Pero yo confío en tu gran amor, mi corazón se alegra en tu salvación. Canto salmos al Señor. ¡El Señor ha sido bueno conmigo!” (Sal. 13:5).


Un abrazo y bendiciones.


No hay comentarios: