jueves, 5 de agosto de 2010

La importancia de la obediencia

Aunque era Hijo, mediante el sufrimiento aprendió a obedecer, y consumada su perfección llegó a ser autor de salvación eterna para todos los que le obedecen.
Hebreos 5:8-9.


Lectura diaria: Hebreos 5:1-10. Versículo del día: Hebreos 5:8.

ENSEÑANZA

A veces no entendemos el porqué de tantas penurias y aflicciones, pero Dios que de antemano nos conoce, sabe perfectamente que la única manera de disciplinarnos es a través del sufrimiento. Si hay algo que cuesta en la vida es el obedecer; no sé por qué es tan difícil practicar la obediencia. Sin ir muy lejos, un ejemplo claro se ve en mi iglesia. Los pastores y líderes de una u otra forma viven advirtiendo sobre los carros dejados en las calles y si alguien que no es feligrés va un día de culto, podrá ver que prácticamente no hay andenes para llegar al recinto porque todos están ocupados. Como toda desobediencia, llegan las consecuencias: la grúa que está ávida de infractores para llevárselos a los patios de tránsito y cobrar una buena multa. Sin embargo, la advertencia ni se oye, ni se ve y ni se entiende. Igual pasa con los vendedores ambulantes: si se les compra siguen llegando más y más y los perjudicados no solamente serán los de la iglesia sino las diferentes residencias del lugar; pues por lo general detrás de ellos van los ladrones, además de la incomodidad y desorden dejado. Pero no; es difícil el obedecer. Con razón la Biblia nos enseña en 1ª. de Samuel 15:22 lo siguiente: “¿Qué le agrada más al Señor: que se le ofrezcan holocaustos y sacrificios, o que se obedezca lo que él dice? El obedecer vale más que el sacrificio, y el prestar atención más que la grasa de los carneros”. Recordemos que antiguamente se le ofrecía a Dios la grasa de los animales, pero para Él, es más importante el obedecer y prestar atención a lo mandado. Cuando Dios ordena una cosa hay que cumplirla diligentemente sin buscarle peros ni contras. De igual modo proceder ante cualquier advertencia o regla que se nos haga ya sea en el trabajo, en el hogar o como ciudadanos. Siempre estaremos bajo órdenes de alguien y además tenemos a otros bajo autoridad; entonces, ¿cómo podemos exigir cumplimiento si ni siquiera damos ejemplo? Así como el desobedecer trae una consecuencia el obedecer también. Hebreos nos aclara que por la obediencia de Cristo, llegó la salvación para el hombre. De igual manera cuando obedecemos vamos a recibir bendición. Les exhorto a empezar a obedecer en lo simple para seguir poco a poco la costumbre y llegar a perfeccionarnos en este campo. Serán muchas las bendiciones que lloverán sobre nuestras vidas y tendremos la satisfacción del deber cumplido.

Un abrazo y bendiciones.

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