martes, 31 de agosto de 2010

El testimonio fiel y verdadero

Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.
1ª. Juan 5:11-12.


Lectura diaria: 1ª. Juan 5:1-12. Versículo del día: 1ª. Juan 5:11-12.

ENSEÑANZA

El hombre acepta fácilmente el testimonio humano, pero le es difícil aceptar el de Dios, siendo que éste vale muchísimo más porque precisamente se trata del testimonio de Dios (v. 9). La humanidad caída está enceguecida y por consiguiente no puede entender lo que Dios quiere para ella, por eso es que la mayoría de veces a los cristianos se nos tilda de locos. Todo lo que hacemos para ellos es locura. Pablo lo afirma en su carta a los Corintios: “Este mensaje es motivo de tropiezo para los judíos y locura para los gentiles, pero para los que Dios ha llamado, lo mismo judíos que gentiles, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios” (1 Co. 1:23b-24). Se nos tacha de locos porque predicamos un Evangelio de testimonio por medio de Aquel que nos amó hasta el punto de dar su vida por nosotros. Muchos rehúyen de una forma u otra el saber de Cristo, pero cuando por fin Dios toca sus fibras hasta lo último, caen de rodillas reconociendo a Jesús como Señor y Salvador; es ahí entonces, que empiezan a comprender el misterio revelado de la salvación y a entender que sólo a través de Jesucristo podemos tener vida eterna. Este testimonio está abierto para todo el que desee escucharlo y penetrar en él. Si tú buscas a Jesús, seguro que lo encontrarás y el Espíritu Santo hará una obra maravillosa en ti. Permitirá que le conozcas enseñando y revelándote a través de su Palabra (la Biblia), lo que Él espera de ti, como también las bendiciones que te traerá el obedecer sus preceptos. No hay testimonio más fiel y verdadero que el de Jesucristo encarnado, resucitado, ascendido y glorificado. Gracias a Dios porque Jesucristo es el Evangelio, son las buenas nuevas de salvación y esta salvación es la esperanza de gloria, de una vida diferente: fructífera y eterna. Si crees que hay un Dios, tienes que creerle a ese Dios y creer en su testimonio: vida eterna a través de Jesucristo su Hijo.

Un abrazo y bendiciones.

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