martes, 3 de agosto de 2010

Hambre de Dios

Vienen días –afirma el Señor Omnipotente–, en que enviaré hambre al país; no será hambre de pan ni sed de agua sino hambre de oír la palabra del Señor.
Amós 8:11.


Lectura diaria: Amós 8:1-14. Versículo del día: Amós 8:11.

ENSEÑANZA

La Biblia nos afirma que habrá un tiempo donde el hombre querrá saber de Dios y no encontrará nada (v.12); pero también nos exhorta a buscar al Señor, mientras pueda ser hallado: “Busquen al Señor mientras se deje encontrar, llámenlo mientras esté cercano” (Is. 55:6). Ahí mismo en Isaías también nos hace la invitación de ir hacia Él: “¡Vengan a las aguas todos los que tengan sed! ¡Vengan a comprar y a comer los que no tengan dinero! Vengan compren vino y leche sin pago alguno” (Is. 55:1). Más tarde el Señor Jesús corroboró con sus propias palabras lo mismo: “¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba!”. “pero el que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed jamás” (Jn. 7:37 y 4:14). Ahora que estamos en el periodo de la gracia, busquémosle; porque en los tiempos finales cuando se dé a conocer el maligno será imposible, por eso: “Si ustedes oyen hoy su voz, no endurezcan el corazón” (Heb. 3:7). Dispongamos nuestro ser para aceptar al Señor Jesucristo y gozar de los beneficios que día tras día ofrece, a los que recurren a sus píes. Te invito para que hoy que estás leyendo este mensaje, no endurezcas más el corazón y ores conmigo así: Señor Jesucristo, gracias por la persona que me ha enviado estas palabras. Reconozco que son tuyas y hoy no quiero dejar nuevamente que pasen inadvertidas para mí. Resuelvo entregarte mi vida y te acepto como mi suficiente Señor y Salvador, perdona mis pecados y hazme la persona que quieres que yo sea. Gracias por morir por mis pecados y perdonarlos; gracias por darme una nueva vida y darme todo el poder de tu Santo Espíritu. En tu nombre Jesús, amén. Es la mejor decisión que has podido hacer. ¡Felicitaciones!

Un abrazo y bendiciones.

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