martes, 10 de agosto de 2010

Un solo sacrificio

Porque con un solo sacrificio ha hecho perfectos para siempre a los que está santificando.
Hebreos 10:14.

Lectura diaria: Hebreos 10:1-18. Versículo del día: Hebreos 10:14.

ENSEÑANZA

Gracias a Dios que el sacrificio de su Hijo amado Jesucristo, bastó para perfeccionarnos para siempre. Gracias a Dios porque sabemos que: “Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús” (Ro. 8:1); y también como complemento de esto, su Palabra nos confirma en Romanos 8:33-34: ¿Quién acusará a los que Dios ha escogido? Dios es el que justifica. ¿Quién condenará? Cristo Jesús es el que murió, e incluso resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros”. Por consiguiente nada nos apartará ya de ese amor de Cristo: Ni tribulación, ni angustia, ni persecución, ni hambre, ni indigencia, ni peligro, ni violencia. Nada, absolutamente nada podrá apartarnos. Ni la muerte ni la vida, ni los ángeles, ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir. Ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús (Ro. 8:38-39). Gracias a Dios por esta certeza de salvación que tenemos por un solo sacrificio hecho. Esto quiere decir que su bendita gracia nos permite estar en continua comunión con el Señor porque es Él quién nos motiva y guía a hacer su voluntad: “Pondré mis leyes en su corazón y las escribiré en su mente. Y nunca más me acordaré de sus pecados y sus maldades” (Heb. 10:16). Lo que nos queda por hacer es serle fieles sin perder la gloriosa esperanza. Si aún no has aceptado ese sacrificio vivo que Dios hizo por ti al mandar a su único Hijo a pagar por tus pecados, te invito hoy a hacer una declaración de fe: Señor Jesucristo reconozco que soy pecador y que tu bendita sangre derramada por mí en la cruz, bastó para que me perdonaras y me dieras la salvación. Te entrego mi vida y te acepto como mi único y suficiente Señor y Salvador. Gracias por entrar en mi vida y por hacerme perfecto para ti, sin acordarte más de mis pecados. En tu nombre Jesús, amén. “Y cuando éstos han sido perdonados, ya no hace falta otro sacrificio por el pecado” (Heb.10:18).

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: