Vale más el fin de algo que su principio. Vale más la paciencia que la arrogancia”. Eclesiastés 7:8. NVI.
Lectura: Eclesiastés
7:1-8. Versículo del día: Eclesiastés 7:8.
Cuántas cosas se
empiezan, pero no se terminan. Sin ir muy lejos, por lo general empezando un
nuevo año, se hacen planes de una u otra cosa que con mucho ánimo comienzan,
pero se quedan a mitad del camino. Otro ejemplo claro es el índice alto de
ingresados a la Universidad, pero los que logran graduarse, llegar a la meta,
no pasan de dos o tres máximo. Exactamente sucede con proyectos grandes que se
espera por fe que persistan, son muchos los que han entrado, pero no todos
verán su final porque se quedaron en la mitad o resolvieron ‘tirar la toalla’,
en el último momento. Sé de un proyecto que es bendición para muchos; alguien
dijo: ‘la bendición es para todos, no obstante, no todos la recibirán’; ¿por
qué no la recibirán? Porque fueron impacientes, arrogantes, orgullosos. Porque
el tiempo de Dios no es el nuestro y cuando se quiere obrar por nuestra cuenta,
se olvida que quien lleva la batuta es el Señor; diría yo: falló la fe.
Señor Jesús:
muchas gracias por enseñarnos a culminar con lo que nos proponemos. Gracias por
los proyectos que tienes para nosotros, pero no has permitido que finalicen. Te
ruego Señor, nos sostengas ahí, sin declinar. Tal como se dice: ‘insistir,
persistir y no desistir’. Gracias porque a través de tu Palabra entendemos que
es necesario sostenernos en un propósito o meta a seguir, sabiendo que Eres Tú
Señor, con tu Santo Espíritu quien nos das la fortaleza y decisión para no parar
o echar marcha atrás. Gracias, gracias bendito Señor y Dios. ¡Te amo!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario