No permitas que el enojo domine tu espíritu, porque el enojo se aloja en lo íntimo de los necios.
Eclesiastés 7:9. NVI.
Lectura: Eclesiastés
7:9-12. Versículo del día: Eclesiastés 7:9.
MEDITACIÓN DIARIA
Es muy fácil enojarse,
pero Dios no quiere eso de nuestra parte y si lo hacemos miremos lo que nos
dice la Palabra: “Además, no pequen al dejar que el enojo los controle. No
permitan que el sol se ponga mientras siguen enojados, porque el enojo da lugar
al diablo” (Efesios 4:26-27 NTV). El apóstol Pablo lo escribe también en su
carta a los Efesios: no podemos dejarnos dominar por el enojo y mucho menos
acostarnos enojados porque con esto le abrimos una puerta al enemigo. Cuando
nos suceda, respiremos hondo, busquemos ayuda en el Espíritu Santo, pidamos
perdón y continuemos.
Señor Jesús: en
verdad, el enojo puede aparecernos de un momento a otro, bien sea por algo que
no salió bien, por alguna dificultad difícil de solventar o por alguien que nos
ha herido. Señor ayúdanos a entender que si nos enojamos podemos recurrir a Ti
para contarte lo que nos ha sucedido y sentir tu abrazo consolador. Enséñanos a
enojarnos, pero sin llegar a pecar. Hoy queremos pedirte perdón por tantas
veces que por cosas sutiles nos hemos enojado, hemos perdido la paz y a la vez
hemos causado dolor a otros. Bendito Señor, que nuestro corazón destile
palabras de amor, de comprensión y de consolación; que aprendamos tanto a pedir
perdón como a perdonar. Gracias por lo que cada día vas rompiendo en nuestro
carácter para dejarlo a la estatura Tuya. Muchas gracias, mi Señor. ¡Te amamos!
Un abrazo y bendiciones.
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