El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso.
Salmo 91:1. NVI.
Lectura: Salmo 91:1-16. Versículo del día: Salmo 91:1.
MEDITACIÓN DIARIA
¡Cuántas promesas
encierra este Salmo! Es que todo el que busca al Señor, que le entrega su vida
y vive bajo su amparo tendrá grandes bendiciones. Él se convierte en nuestro
refugio; en nuestra fortaleza, ¡el Dios en quien confiamos! Nos libra de
peligros ocultos. También nos cubrirá con sus alas; sus fieles promesas serán nuestra
armadura y protección. Y aquí esta bien escrito que no importa que lleguen pestes
o enfermedades que acechen como en el caso actual con esta pandemia porque si
en verdad confiamos en que el Altísimo es nuestro Protector, así veamos que
caen familiares o amigos, tenemos la convicción de que existe una promesa para
el que se refugia en el Señor, porque no nos tocará ni afectará de ninguna
manera. “él ordenará que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos. Con sus
propias manos te levantarán para que no tropieces con piedra alguna” (vv.
11-12).
Este Salmo es para
vivirlo cada creyente en el Señor Jesucristo. No es para abrirlo y tenerlo como
un fetichismo; de ninguna manera. Nosotros los cristianos sabemos que la
Palabra de Dios está ahí porque Dios nos la dejó no solamente para saber cómo
comportarnos sino igualmente para que aprendamos a confiar en cada una de sus
ricas promesas que son grandes bendiciones si las tomamos y aprovechamos. Los
invito a que aprendamos a vivir bajo el cuidado de nuestro Dios Altísimo.
Bendito Señor y
Dios Altísimo: te damos gracias por tus palabras de protección y cuidado para
cada uno de los que te buscamos y confiamos en Ti. Gracias porque Contigo
tenemos el más grande baluarte; podemos vivir tranquilos sin preocupación alguna,
porque tanto en el día como en la noche nos resguardas del mal. Sabemos que Tú
mandas una legión de ángeles que caminen a nuestro alrededor librándonos de las
trampas del cazador y esto nos reconforta y anima en cada paso que damos. Señor,
gracias, gracias por mirarnos con infinita misericordia y ternura. Permite que
cada nuevo día aprendamos a ser dignos de tanto amor ofrecido. ¡Te amamos bendito
Señor y Dios nuestro!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario