Este pueblo me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de mí.
Mateo 15:8 NTV.
Lectura: Mateo
15:1-9. Versículo del día: Mateo 15:8.
MEDITACIÓN DIARIA
El Señor les responde a
los fariseos hipócritas con estas palabras del profeta Isaías haciéndoles ver
que, por sus tradiciones, se olvidaban de los mandatos de Dios y amoldaban a su
acomodo, por ejemplo, el honrar a padre y madre, que en vez de cumplirlo para
no ayudarlos sacaban la disculpa de ya estar ofrecido a Dios (vv. 4-7). De esta
manera anulaban la ley por la misma tradición. “Su adoración es una farsa porque
enseñan ideas humanas como si fueran mandatos de Dios” (v. 9). O sea, para
justificarse, se inventaban reglas que luego enseñaban diciendo que eran
ordenadas por Dios.
Ahora que no vivimos por
ley sino por gracia, no creamos que la tradición no existe o que es solamente
de determinada religión. Es triste ver en la Iglesia de Jesús, como también
poco a poco, se van implementando normas que acaban por echar por la borda,
especialmente el amor enseñado y mandado por el Señor (Juan 13:34). Ejemplos se
ven especialmente para los jóvenes donde los inhiben de cosas que no tienen
sentido y que, en vez de atraerlos al Evangelio, los sacan corriendo con cánones
vanos criticándolos y tachándolos con el dedo, sin tener en cuenta el corazón
de las personas. “La gente juzga por las apariencias, pero el Señor mira el corazón”
(1 Samuel 16:7). No son reglas; es dar amor donde honremos verdaderamente a
Dios.
Señor Jesús: te
damos gracias por tu Palabra que es verdad. Enséñanos a ser misericordiosos y
compasivos con nuestro prójimo cambiando tanta tradición por el amor dejado por
Ti para compartirlo con el hermano. Permite que en los de tu Iglesia predomine
dicho amor y nos olvidemos de tantas reglas humanas que, en vez de atraer,
repelen. ¡Te amamos Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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