Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados.
Isaías 53:5. NVI.
Lectura: Isaías 53:1-12. Versículo del día: Isaías 53:5.
MEDITACIÓN DIARIA
Señor Jesús: hace
dos mil años esta profecía dada a Isaías se cumplió en Ti. Hoy reconocemos que
Eres el Hijo de Dios muerto y resucitado por la humanidad. Viniste a morir en
una cruenta cruz y a llevar sobre Ti, todo el peso de nuestras iniquidades.
Ciertamente cargaste con nuestras enfermedades y soportaste nuestros dolores;
por tus heridas fuimos sanados. Mi Señor, también sabemos que nos hiciste y
formaste en el vientre de nuestra madre y que aun nuestros huesos no te fueron
desconocidos. Nos diseñaste con lujo de detalles. Buen Dios todo esto es obra Tuya
y nos maravillamos de tan hermosa creación. Teniendo en cuenta estas palabras
escritas en el Libro que nos has dejado como Manual para la vida, las creemos,
afirmamos y declaramos porque son ciertas e innegables. Nos apropiamos de ellas
y las reclamamos para la vida de tu hijo Hecticor. Gracias porque él hace parte
de tu descendencia, prologarás sus días y llevarás a cabo tu santa voluntad. Gracias
porque ordenarás a tus ángeles que lo cuiden y con tus propias manos lo
levantarás. Nos acogemos a Ti buen Dios y Señor. Humildemente te rogamos que
escuches nuestra plegaria y dejamos su vida en tus preciosas manos. Te pedimos
que guíes al cuerpo médico que lo asistirá en esa intervención; que les des
discernimiento y destreza. Te damos gracias por tenerte siempre y poder
recurrir para recibir de tu parte la paz y la fortaleza que tanto necesitamos.
¡Te amamos Señor!
Un abrazo y bendiciones,
Dora C.
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