Me dije a mí mismo: Mientras esté ante gente malvada vigilaré mi conducta, me abstendré de pecar con la lengua, me pondré una mordaza en la boca.
Salmo 39:1. NVI.
Lectura: Salmo
39:1-5. Versículo del día: Salmo 39:1-6.
MEDITACIÓN DIARIA
Definitivamente, ‘nadie
es monedita de oro para caerle bien a todo el mundo’. Lo triste es que no solamente sea la gente del
mundo la que más señala con el dedo y critica; dentro de la Iglesia cristiana
se ve por doquier. He escuchado a cantidad de pastores y medios que critican a
otros pastores y cantantes cristianos sea porque sí o sea porque no. El caso es
criticar, criticar y destruir. Personalmente considero que si los cristianos no
van a donde hay tinieblas, ¿quién va? El Señor Jesús cuando fue criticado por
haber estado con los recaudadores de impuestos dijo que eran los enfermos los
que necesitaban médico y enseguida afirmó: “Pero vayan y aprendan qué significa
esto: ‘Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios’. Porque no he
venido a llamar a justos, sino a pecadores” (Mateo 9:13). No solamente lo
criticaron por comer con recaudadores, también por hablar y restaurar a mujeres
pecadoras. Y tal parece que ahora dentro del seno de la Iglesia sucede
exactamente igual. Las personas están pendientes para ver qué palaba dicen mal
o simplemente los ‘otros’ son los que la acomodan hacia el mal para tener de
dónde agarrarse a despotricar del que según ‘ellos’ está en pecado. ¡Ay Dios! “¡Hipócrita!
saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja
del ojo de tu hermano” (Mateo 7:5 RVR 1960). Es difícil que el mismo pueblo de
Dios entienda lo que es la gracia.
Pidámosle al Señor que
ponga en nuestros corazones las mismas palabras del rey David: “me abstendré de
pecar con la lengua, me pondré una mordaza en la boca”. Es lo mejor que podemos
hacer. Cambiemos la crítica por alabanza.
Amado Señor: te
pedimos perdón por las veces que nos hemos dejado llevar por la lengua y hemos hablado
más de lo debido sobre cualquier persona llámese pastor, cantante o prójimo en
general. Señor, enséñanos a ser más misericordiosos y compasivos con el hombre
pecador. Para Ti, todos los pecados son exactamente iguales, así que no tenemos
de qué vanagloriarnos porque también necesitamos de tu misericordia y perdón.
Por favor, pon una cerradura en nuestros labios cada vez que nos llamen a
criticar a alguien; más bien que el fruto que brote de ellos sea de alabanza hacia
Ti y de admiración y ánimo al caído. Gracias, muchas gracias mi Señor.
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario