lunes, 20 de septiembre de 2021

Cambiemos la crítica por alabanza

Me dije a mí mismo: Mientras esté ante gente malvada vigilaré mi conducta, me abstendré de pecar con la lengua, me pondré una mordaza en la boca. 

Salmo 39:1. NVI.


Lectura: Salmo 39:1-5.  Versículo del día: Salmo 39:1-6.


MEDITACIÓN DIARIA


Definitivamente, ‘nadie es monedita de oro para caerle bien a todo el mundo’.  Lo triste es que no solamente sea la gente del mundo la que más señala con el dedo y critica; dentro de la Iglesia cristiana se ve por doquier. He escuchado a cantidad de pastores y medios que critican a otros pastores y cantantes cristianos sea porque sí o sea porque no. El caso es criticar, criticar y destruir. Personalmente considero que si los cristianos no van a donde hay tinieblas, ¿quién va? El Señor Jesús cuando fue criticado por haber estado con los recaudadores de impuestos dijo que eran los enfermos los que necesitaban médico y enseguida afirmó: “Pero vayan y aprendan qué significa esto: ‘Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios’. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores” (Mateo 9:13). No solamente lo criticaron por comer con recaudadores, también por hablar y restaurar a mujeres pecadoras. Y tal parece que ahora dentro del seno de la Iglesia sucede exactamente igual. Las personas están pendientes para ver qué palaba dicen mal o simplemente los ‘otros’ son los que la acomodan hacia el mal para tener de dónde agarrarse a despotricar del que según ‘ellos’ está en pecado. ¡Ay Dios! “¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano” (Mateo 7:5 RVR 1960). Es difícil que el mismo pueblo de Dios entienda lo que es la gracia.

Pidámosle al Señor que ponga en nuestros corazones las mismas palabras del rey David: “me abstendré de pecar con la lengua, me pondré una mordaza en la boca”. Es lo mejor que podemos hacer. Cambiemos la crítica por alabanza.  


Amado Señor: te pedimos perdón por las veces que nos hemos dejado llevar por la lengua y hemos hablado más de lo debido sobre cualquier persona llámese pastor, cantante o prójimo en general. Señor, enséñanos a ser más misericordiosos y compasivos con el hombre pecador. Para Ti, todos los pecados son exactamente iguales, así que no tenemos de qué vanagloriarnos porque también necesitamos de tu misericordia y perdón. Por favor, pon una cerradura en nuestros labios cada vez que nos llamen a criticar a alguien; más bien que el fruto que brote de ellos sea de alabanza hacia Ti y de admiración y ánimo al caído. Gracias, muchas gracias mi Señor.


Un abrazo y bendiciones.

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