lunes, 13 de septiembre de 2021

¡Gracias por amarme tanto mi Señor!

 Ante ti, Señor, están todos mis deseos; no te son un secreto mis anhelos. 

Salmo 38:9. NVI.


Lectura: Salmo 38:5-10.  Versículo del día: Salmo 38:9.


MEDITACIÓN DIARIA


La mayoría de comentarios sobre este versículo lo tratan por el contexto de todo el Salmo y claro, así es. David aquí habla de la carga que tenía por su pecado. Personalmente creo que como cristianos la única esperanza la tenemos solo en nuestro Dios. El Señor sabe todo lo que pediríamos, lo que queremos y que además de eso, necesitamos. Ante todo, diría yo, necesitamos de su gracia y de su perdón. Dos regalos que de hecho ya recibimos cuando le dijimos al Señor que tomara nuestras vidas para Él.

Y saliéndome un poco de este Salmo viene a mi mente otro versículo: “Que te conceda lo que tu corazón desea; que haga que se cumplan todos tus planes” (Salmo 20:4). Por lo general esto es lo que deseamos para nuestros más allegados; pero si lo uno, al del día de hoy, puedo dejarlo muy personal. Me limitaré entonces, solamente a orarle a mi Señor.


Señor mío y Dios mío: Tú que lees hasta lo más profundo de mi ser y me conoces más que nadie, entiendes mis anhelos. Permite que mis planes se cumplan y que estos ante todo sean para engrandecer tu Nombre y exaltarte hasta lo sumo. De verdad que no tengo nada; solo mi corazón que débilmente cae, pero estás a mi lado recordándome precisamente que tu gracia y perdón están siempre ahí para levantarme nuevamente y continuar. No tengo como darte las gracias por tanto amor que me ofreces, mientras yo, como inerte voy a postrarme a tus pies. ¡Gracias por amarme tanto mi Señor!


Un abrazo y bendiciones-

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