No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.
Filipenses 4:6. NVI.
Lectura: Filipenses 4:4-7. Versículo del día: Filipenses 4:6.
MEDITACIÓN DIARIA
En este tiempo son muchas
las situaciones que pueden inquietarnos y hacernos perder la paz. El solo hecho
de mirar los noticieros, que entre otras, hablan más de lo mandado, ya nos puede
dejar desanimados, con preocupaciones y con los nervios alterados. En mi caso,
por lo menos, solo veo las noticias que llegan directamente al celular; hace varios
meses que las dejé a un lado, precisamente porque llegué a la conclusión que no
me dejaban nada positivo. Igual, trato lo menos posible de entrar a las redes
sociales. El menosprecio y las iras que desbordan algunos en estos medios es de
temer. Así que por lo menos yo, las evado en lo posible; me siento más
tranquila mirando el panorama desde la barrera sin entrar al ruedo.
Pero bueno, como de todas
maneras pueden llegarnos diversas situaciones bien sea por el lado familiar,
económico o emocional, vamos a tomar el versículo del día. Hay que tener cabeza
fría para saber enfrentar los problemas que se nos presenten, ponerlos en manos
del Señor y darle gracias. Sí que me parece importante esa última parte. La
Palabra versión Hispanoamericana (BLPH), agrega algo más expresivo: ‘con un
corazón agradecido’. Y así es; porque si agradecemos solo por hablar, pero no
lo estamos sintiendo de corazón, poco vale ese agradecimiento. Es que, si se
nos olvida ser agradecidos con los que tenemos cerca, ¡cuánto más con Dios que
no lo vemos! Recordemos que la alabanza cambia poderosamente el ritmo de
nuestras peticiones y lógicamente el agradecer hace parte de ella. Como resultado
de hacer como el Señor nos lo manda, obtendremos lo siguiente: “Y la paz de
Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus
pensamientos en Cristo Jesús” (v. 7 en la lectura). Descansemos entonces, en
las manos de Dios.
Amado Señor:
venimos ante Ti, cargados de incertidumbre, desconocimiento, falsas noticias,
especulaciones e incluso falsas doctrinas que nos roban la paz. Señor Jesús,
reclamamos tu paz que sobrepasa todo entendimiento para adueñarnos de ella y
dejar a un lado todo lo que no sea para edificación nuestra. Te rogamos que esa
paz proteja nuestros corazones y pensamientos en Ti. ¡Te amamos Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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