Ustedes han oído que se dijo: ‘Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo’. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen.
Mateo 5:43-44. NVI.
Lectura: Mateo
5:38-48. Versículos del día: Mateo
5:43-44.
MEDITACIÓN DIARIA
Personalmente creo que
estos versículos tienen que ver mucho o todo con el perdón. Pienso que, si se
ha perdonado, es fácil amar al enemigo. Pero como el Señor sabía que no era tan
fácil, nos dice más adelante: “Si ustedes aman solamente a quienes los aman,
¿qué recompensa recibirán?” (v. 46). Además, el Señor no simplemente nos mandó
amar al prójimo como a nosotros mismos (Mateo 22:39), fue más explícito al
dejarnos un nuevo mandato: amarnos como Él nos ha amado (Mateo 13:34). Y ¿hasta
dónde nos amó el Señor? Hasta dar su vida por nosotros. ¿Difícil? Claro, pero
entonces cómo mínimo ¿por qué no perdonar y amar a los que nos han hecho mal?
Definitivamente, he aprendido de mi hijo cuando dice que el amor sin
sufrimiento no es amor.
Es que, si vemos la
definición de la Biblia sobre el amor, nos damos cuenta que hay que pasar por
encima de nuestro ego y orgullo para practicarlo tal como es. Veamos: “El amor
es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso.
No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda
rencor. El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad.
Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (1 Corintios
13:4-7). Este es el amor que Dios nos pide para ofrecerlo tanto a amigos como a
enemigos. Un amor incondicional. Oremos para que sea el Señor poniendo en
nuestros corazones ese amor a pesar de lo que haya sucedido.
Amado Señor Jesús:
amar al enemigo no es tan fácil para nosotros si lo hacemos en nuestras propias
fuerzas; pero si Tú buen Señor lo haces a través nuestro, seguro que lo vamos a
lograr. Queremos pedirte que seas Tú poniendo en cada uno el querer como el
hacer para que tomes el control, tanto de pensamientos como de actuaciones y
podamos brindar igual, a como nos diste el ejemplo y seguirlo. Gracias Señor
por la obra que vas haciendo en nuestras vidas y corazones. ¡Te amamos!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario