Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo.
Apocalipsis 3:20 NVI.
Lectura: Apocalipsis 3:14-22. Versículo del día: Apocalipsis 3:20.
MEDITACIÓN DIARIA
Este versículo es una invitación
del mismo Señor a las personas. Recibir a Cristo comprende un cambio de actitud
hacia Dios y lo hacemos a través de una oración y si somos sinceros, el Señor
entra a nuestras vidas para perdonar nuestros pecados y empezar a hacer la obra
transformadora de acuerdo a lo que él desea que seamos. Recibimos a Cristo por
fe: “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no
procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie
se jacte” (Efesios 2:8-9). La naturaleza pecaminosa del hombre lo hace pensar
solamente en su yo; funciona basado en su ego y por consiguiente en el trono de
la vida está sentado el ‘yo’. Al recibir al Señor ese trono empieza a ser
ocupado por Jesucristo y estando Él ahí, gobierna cada área de nuestra vida, de
acuerdo al propósito de Dios en cada uno.
Estoy convencida que
cuando aceptamos al Señor Jesús y lo hemos hecho a conciencia y muy
honestamente, El Señor empieza a fortalecernos en la fe y poco a poco vamos
entendiendo y creyendo lo que Dios dice en su Palabra. Teniendo en cuenta lo
anterior, es imposible que una persona que se dice ‘cristiana’, diga que está buscando
más razones porque no halla la verdadera razón de su existencia y la de Dios.
De ninguna manera eso es así. Jesús es el único Camino, la única Verdad y la
auténtica Vida para llegar al Padre (Juan 14:6). El cristianismo no se trata de
una religión más; es una relación directa con Dios a través de Jesucristo. Cristo
es la Verdad y esa Verdad, es la que nos hará libres (Juan 8:32). Esa Verdad
tiene el poder de romper todo tipo de cadenas que llevemos acuestas. Cadenas que
nos encierran, nos esclavizan, nos deprimen, nos roban el gozo e incluso la
libertad.
Señor Jesús:
muchas gracias por un día habernos permitido llegar a conocerte y saber que
desde entonces tienes un propósito para nuestras vidas. Señor, te rogamos que
seas Tú a través de tu Santo Espíritu dándonos el discernimiento necesario para
aceptar tu Palabra y no dejarnos llevar por falsas teorías que nos alejan del
significado veraz del Evangelio Tuyo. Toma de nuevo nuestros corazones y
vuélvete a sentar en el trono de nuestras vidas. Gracias por tu amor y
fidelidad a pesar de nuestra falta de fe. Tú siempre estás ahí para levantarnos
y sostenernos. Gracias, muchas gracias buen Jesús.
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario