miércoles, 4 de agosto de 2021

Si el Señor dijo que entraría, lo hizo, no lo dudes

Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo. 

Apocalipsis 3:20 NVI.


Lectura: Apocalipsis 3:14-22.  Versículo del día: Apocalipsis 3:20.


MEDITACIÓN DIARIA


Este versículo es una invitación del mismo Señor a las personas. Recibir a Cristo comprende un cambio de actitud hacia Dios y lo hacemos a través de una oración y si somos sinceros, el Señor entra a nuestras vidas para perdonar nuestros pecados y empezar a hacer la obra transformadora de acuerdo a lo que él desea que seamos. Recibimos a Cristo por fe: “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte” (Efesios 2:8-9). La naturaleza pecaminosa del hombre lo hace pensar solamente en su yo; funciona basado en su ego y por consiguiente en el trono de la vida está sentado el ‘yo’. Al recibir al Señor ese trono empieza a ser ocupado por Jesucristo y estando Él ahí, gobierna cada área de nuestra vida, de acuerdo al propósito de Dios en cada uno.

Estoy convencida que cuando aceptamos al Señor Jesús y lo hemos hecho a conciencia y muy honestamente, El Señor empieza a fortalecernos en la fe y poco a poco vamos entendiendo y creyendo lo que Dios dice en su Palabra. Teniendo en cuenta lo anterior, es imposible que una persona que se dice ‘cristiana’, diga que está buscando más razones porque no halla la verdadera razón de su existencia y la de Dios. De ninguna manera eso es así. Jesús es el único Camino, la única Verdad y la auténtica Vida para llegar al Padre (Juan 14:6). El cristianismo no se trata de una religión más; es una relación directa con Dios a través de Jesucristo. Cristo es la Verdad y esa Verdad, es la que nos hará libres (Juan 8:32). Esa Verdad tiene el poder de romper todo tipo de cadenas que llevemos acuestas. Cadenas que nos encierran, nos esclavizan, nos deprimen, nos roban el gozo e incluso la libertad.


Señor Jesús: muchas gracias por un día habernos permitido llegar a conocerte y saber que desde entonces tienes un propósito para nuestras vidas. Señor, te rogamos que seas Tú a través de tu Santo Espíritu dándonos el discernimiento necesario para aceptar tu Palabra y no dejarnos llevar por falsas teorías que nos alejan del significado veraz del Evangelio Tuyo. Toma de nuevo nuestros corazones y vuélvete a sentar en el trono de nuestras vidas. Gracias por tu amor y fidelidad a pesar de nuestra falta de fe. Tú siempre estás ahí para levantarnos y sostenernos. Gracias, muchas gracias buen Jesús.


Un abrazo y bendiciones.

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