¿En qué terreno cayó tu semilla?

Por eso les hablo a ellos en parábolas: Aunque miran, no ven; aunque oyen, no escuchan ni entienden. 

Mateo 13:13. NVI.

Lectura: Mateo 13:1-23.  Versículo del día: Mateo 13:13.

MEDITACIÓN DIARIA

La lectura del día está basada en la parábola del sembrador. Dice aquí que este agricultor salió a sembrar y esparció semillas por diferentes caminos. ¿Qué sucedió con lo sembrado? Las que cayeron sobre el camino, vinieron los pájaros y se las comieron; otras cayeron en tierra pedregosa, con poca tierra, las semillas germinaron pronto pero como no tenían raíces profundas se secaron. Otra parte de las semillas cayó entre espinos que, al crecer, las ahogaron. Pero hubo otras semillas que sí cayeron en tierra fértil y dio una buena cosecha que fue más numerosa de lo que se había sembrado. El Señor mismo da la explicación a la parábola. Las que cayeron en el camino, son los que escuchan el mensaje y no lo entienden; viene entonces el maligno y arrebata la semilla sembrada en su corazón. Las semillas que cayeron en tierras rocosas, son los que reciben la Palabra con alegría, pero duran muy poco porque no tienen raíces profundas. Las regadas entre espinos asemejan a los que oyen la Palabra, pero se dejan engañar fácilmente y el mensaje queda desplazado. Por último, quedan las que cayeron en buena tierra y son los que de verdad oyen y entienden la Palabra de Dios y producen una gran cosecha.

Vale la pena preguntarnos ¿en cuál terreno cayó nuestra semilla? Abramos los ojos y oídos para ver, escuchar y entender bien. Seamos sinceros con Dios y si nos hemos desviado es porque también nos hemos dejado confundir o atrapar por el enemigo que no quiere que demos los frutos deseados por el Señor.

Amado Señor y Dios nuestro: venimos a Ti para que con tu Santo Espíritu nos muestres qué ha pasado con las semillas regadas en nuestras vidas. Señor, si estamos haciendo mal las cosas o hemos sido seducidos por otras creencias, te rogamos que nos permitas volver a tu campo y resembrar las semillas en terreno fértil para que podamos dar el fruto que Tú esperas produzcamos. Gracias por esta enseñanza que nos das. Queremos recibir tu Palabra con gozo y que el mundo que nos rodea entienda que Eres el mejor Agricultor que tenemos. ¡Te amamos buen Señor y Dios!

Un abrazo y bendiciones.