Pues Dios nos salvó y nos llamó para vivir una vida santa. No lo hizo porque lo mereciéramos, sino porque ese era su plan desde antes del comienzo del tiempo, para mostrarnos su gracia por medio de Cristo Jesús.
2 Timoteo 1:9. NTV.
Lectura: 2 Timoteo 1:1-14. Versículo del día: 2 Timoteo 1:9.
MEDITACIÓN DIARIA
No es una casualidad que
seamos salvos. Dios mismo nos salvó y nos eligió para ser parte de su pueblo
santo. No hicimos nada para merecerlo; Dios por su inmenso amor lo dispuso de
esa manera: era su plan, su propósito para demostrarnos cuánto nos amaba aun desde
antes del comienzo del tiempo. A veces no entendemos el rumbo de nuestra vida;
pero Dios ha dispuesto todas las cosas para nuestro bien y para ir canalizando
en cada uno su propósito (Romanos 8:28).
Quizá, nos preguntamos: ¿cuál
es tu propósito en mi vida Señor? Si entendemos lo valioso de la salvación,
entonces esto se va a reflejar en nuestro diario vivir. Creo que el propósito
de Dios tiene que ver con las características, dones y talentos que Él mismo nos
ha ofrecido para que precisamente estos los pongamos al servicio de los demás. Personalmente
considero que el Nuevo Testamento está basado en el amor. El amor de Dios por
la humanidad. De hecho, este fue el nuevo mandamiento que nos dejó el Señor
Jesucristo.
Por consiguiente, en mi
concepto el propósito de Dios en cada uno está cimentado en el amor. Amor a
Dios por supuesto y amor al prójimo como segunda medida. Este amor es el que
nos lleva a practicar el servicio; muy bien lo vi escrito por ahí: ‘el arte de servir’.
Exactamente es lo que puedo dejar como conclusión: el propósito de Dios en mi
vida está edificado en el arte de servir.
Amado Señor: bien
sabemos que fuiste Tú quién nos elegiste y no nosotros a Ti. Tu amor inagotable
nos buscó y he aquí, estamos Contigo. Enséñanos a buscar tu propósito
cumpliendo el nuevo mandato que nos dejaste. Que todo lo que hagamos sea para
glorificar Tu Nombre y que el hombre pecador entienda la magnitud de tu gran
amor por ellos. Señor, que ese efectuar del propósito se convierta, como el
sueño Tuyo hecho realidad en cada uno de nosotros. Gracias, gracias buen Señor.
Un abrazo y bendiciones.
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