jueves, 12 de agosto de 2021

Tener clara la visión para no extraviarnos

 Donde no hay visión, el pueblo se extravía. 

Proverbios 29:18. NVI.


Lectura: Proverbios 29:10-20. Versículo del día: Proverbios 29:18.


MEDITACIÓN DIARIA


Dice el versículo del día que ‘si no hay visión, el pueblo se extravía’. Apliquémoslo entonces a nuestra vida: si no tenemos una visión definida podemos extraviarnos. Por eso, me pareció importante seguir hablando de la visión en nuestra vida cristiana. Creo que todos debemos tener un norte por donde transitar. En el devocional de antier, ponía como visión lo siguiente: “Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra” (Hechos 1:8). O sea, nuestro norte debe estar orientado a ser testigos de Jesús por donde quiera que vayamos. Claro, que para ponerle orden a las cosas como lo debemos hacer (1 Corintios 14:40 NTV), hay que empezar por nuestra propia ‘Jerusalén’ que vendría a ser nuestro hogar; nuestro entorno familiar. Así que principiemos con los más cercanos.

Si esta es nuestra visión, no podemos dejar que se deteriore ni se aplace; la debemos tener clara para no extraviarnos. Nuestra vida cristiana necesita crecer: “Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe” (Hebreos 12:2), para así continuar y seguir las directrices que el Espíritu Santo nos vaya mostrando, siempre con la visión de ser sus testigos y de completar la misión a cabalidad. La visión tiene que estar encajada completamente con la misión. No es solamente predicar las Buenas Noticias de Salvación, es discipular también enseñándoles, para que ellos a su vez hagan lo mismo y se propague el Evangelio de la gracia de Dios.


Señor Jesús: queremos hacer las cosas a tu manera, no a la nuestra. Llénanos con tu Santo Espíritu y permite que en verdad entendamos la visión en nuestro andar cristiano. Obra en cada uno de nosotros tanto el querer como el hacer para cumplir tu voluntad de llevar el Evangelio a toda criatura sin distingos de ninguna clase. Gracias por escucharnos bendito Señor. ¡Te amamos!


Un abrazo y bendiciones.

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