La seguridad de salvación

 Y el testimonio es este: que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en su Hijo.  El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. 

1 Juan 5:11-12. NVI.

Lectura. 1 Juan 5:1-15.  Versículos del día: 1 Juan 5:11-12.

MEDITACIÓN DIARIA

Cuando recibimos al Señor Jesucristo en nuestras vidas tenemos la promesa de la vida eterna con Él. Nos sigue afirmando el apóstol Juan lo siguiente: “Les escribo estas cosas a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna” (v. 13). ¿A quiénes va dirigido el mensaje?  A nosotros, los cristianos que creemos en el Nombre que es sobre todo Nombre, el del Hijo de Dios. No hay ninguna duda al respecto. Si le dijimos al Señor que viniera a nuestra vida y tomara el control de lo nuestro, Él está ahí porque de lo contrario lo estaríamos llamando mentiroso y Dios no lo es. Dios no nos engaña y la seguridad del cristiano debe de estar basada en la fidelidad de Dios y su Palabra. Nadie ni nada podrá separarnos del amor de Dios en Cristo Jesús (Romanos 8:38-39). El Señor nunca nos dejará ni abandonará (Hebreos 13:5).

Jesús ya se llevó en esa cruenta cruz todos, todos nuestros pecados: pasados, presentes y futuros. Así que ya no hay ninguna condenación para los que pertenecemos a Cristo (Romanos 8:1). Nos queda darle gracias y empezar a vivir una vida a su lado, con el propósito que nos tiene preparado a cada uno. Para esto, es importante alimentarnos de su Palabra diariamente y de conversar con Él como con el mejor de los amigos. Nuestra vida con Jesús es una magnifica aventura que podemos compartir a otros para que también puedan gozar de una vida nueva aquí en la tierra y de una eternidad a su lado en el cielo.

Amado Señor Jesús: gracias por la confianza que nos das de saber que te pertenecemos y que jamás nos dejarás. Gracias por venir a morir en nuestro lugar. Tanto amor derramado no lo merecemos. Tu bendita gracia nos llena cada día y nos fortalece para continuar hasta el día que bien nos lleves en las nubes o nos llames a gozar de tu Presencia. ¡Te amamos Señor Jesús! ¡Eres Tú nuestro bendito Amado!

Un abrazo y bendiciones.