miércoles, 23 de junio de 2021

Sin duda, Dios exalta al humilde

 Entonces sus consejeros y su esposa Zeres le dijeron: —Si Mardoqueo, ante quien has comenzado a caer, es de origen judío, no podrás contra él. ¡Sin duda acabarás siendo derrotado! 

Ester 6:13 NVI.


Lectura: Ester 6:1-14.  Versículo del día: Ester 6:13.


MEDITACIÓN DIARIA


El malvado de Amán seguía con sus planes de matar como fuera a Mardoqueo el tío de la reina Ester. Pero resultó que Mardoqueo había informado al rey Asuero sobre dos eunucos a su servicio que tramaban matarlo y ahora el rey va a compensarle su favor. Entonces, sucedió que, el rey le preguntó a Amán: “¿Cómo se debe tratar al hombre a quien el rey desea honrar? Entonces Amán dijo para sí: ‘¿A quién va a querer honrar el rey sino a mí?’.  Así que contestó: —Para el hombre a quien el rey desea honrar,  que se mande traer una vestidura real que el rey haya usado, y un caballo en el que haya montado y que lleve en la cabeza un adorno real.  La vestidura y el caballo deberán entregarse a uno de los funcionarios más ilustres del rey, para que vista al hombre a quien el rey desea honrar, y que lo pasee a caballo por las calles de la ciudad, proclamando a su paso: “¡Así se trata al hombre a quien el rey desea honrar” (vv. 6-9). Para desilusión, asombro y angustia de este hombre malvado, el rey le responde: “Ve de inmediato, toma la vestidura y el caballo, tal como lo has sugerido, y haz eso mismo con Mardoqueo, el judío que está sentado a la puerta del rey. No descuides ningún detalle de todo lo que has recomendado” (v. 10).

¿Cómo le quedaría el ojo a Amán (como decimos en Colombia), al ver que todo lo planeado para asesinar a Mardoqueo se le derrumbaba?  Sin duda, Definitivamente con Dios, el que se humilla será exaltado y el que se exalta será humillado. Sí, humillado como le sucedió a Amán. Aprendamos la lección.


Amado Señor: bien sabemos que tus planes son perfetos y que Contigo somos más que vencedores. Gracias por enseñarnos a ser humildes y a dejar atrás el complejo de grandeza y poder. Enséñanos a callar y a esperar en Ti, en situaciones similares a las de Mardoqueo. Gracias, muchas gracias buen Señor.


Un abrazo y bendiciones.

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