No prestes atención a todo lo que se dice, y así no oirás cuando tu siervo hable mal de ti, aunque bien sabes que muchas veces también tú has hablado mal de otros.
Eclesiastés 7:21-22. NVI.
Lectura: Eclesiastés 7.16-22. Versículo del día: Eclesiastés 7:21-22.
MEDITACIÓN DIARIA
Por eso lo mejor es no
poner atención a las palabras y tener en cuenta el dicho de: ‘a palabras necias
oídos sordos’, en mi opinión, es lo mejor por hacer. Hay que entender que lo
que reina alrededor, es en general la envidia y por envidia las personas
resultan hablando mal de las otras. Todo esto no es más que falta de amor hacia
el prójimo; el Señor nos manda en el Evangelio a dar amor; amor a pesar de… O
sea, que así no nos den amor, nuestro deber es darlo. Y una de las maneras de ofrecerlo
es no hablando mal del prójimo.
Nos dice la lectura: “No
hay que pasarse de malo, ni portarse como un necio. ¿Para qué morir antes de
tiempo?” (v. 17). Creo que es tan necio
el hablar mal de alguien como el poner atención a los chismes que corren. Pidámosle
al Señor dominio propio y mucho amor, para no dejarnos afectar por estas
situaciones.
Señor amado: gracias
por tu Palabra que es toda verdad. Gracias por enseñarnos a no prestar atención
a los decires de la gente en contra nuestra. No permitas que nuestro corazón se
resienta o se llene de amargura por estas causas. Danos amor hacia los que nos
ofenden y que sepamos perdonar del mismo modo que lo haces Tú con nosotros. Gracias
bendito Señor y Dios.
Un abrazo y bendiciones.
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