viernes, 11 de junio de 2021

Si Dios nos da, es para dar también

 Hay un mal que he visto en esta vida y que abunda entre los hombres: a algunos Dios les da abundancia, riquezas y honores, y no les falta nada que pudieran desear, pero es a otros a quienes les concede disfrutar de todo ello. ¡Esto es absurdo, y un mal terrible! 

Eclesiastés 6:1-2. NVI.


Lectura: Eclesiastés 6:1-12.  Versículos del día: Eclesiastés 6:1-2.


MEDITACIÓN DIARIA


Definitivamente, lo mejor es hacer las cosas bien y disfrutar de las bendiciones que Dios nos dé mientras lo podemos hacer. Si después, por decir, las riquezas pasan a otras manos, por lo menos se tiene la satisfacción de haber gozado lo que se tuvo en un tiempo. Por eso no es conveniente el apego a los bienes materiales.

Pienso que, si el Señor le ha permitido poseer fama y riqueza, lo mejor es, compartir esa riqueza ya que la tiene y tiene el modo de hacerle llegar al prójimo necesitado. No debemos olvidar el amor y la generosidad. “Servir al pobre es hacerle un préstamo al Señor; Dios pagará esas buenas acciones” (Proverbios 19:17). ¿Quién mejor nos puede pagar? El Señor dijo que lo haría y Él lo hará. Si Dios nos da, es para dar también.


Amado Señor: enséñanos a compartir tanto bien que nos has regalado con nuestros hermanos que sufren. Permite que seamos conscientes que, si nos das, es para dar igualmente. Que nuestros corazones se llenen de júbilo y te veamos a Ti cuando estemos haciendo una buena acción. También buen Señor te ruego que nuestras generaciones se empapen de tu Palabra y entiendan el verdadero mandato del amor en toda su esencia. Gracias, muchas gracias Dios y Señor nuestro.


Un abrazo y bendiciones.

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