El Señor es mi pastor, nada me faltará. En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce. Él restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de su nombre.
Salmo 23:1-3. LBLA
Lectura: Salmo
23:1-6. Versículo del día: Salmo 23:
MEDITACIÓN DIARIA
Este Salmo es hermoso.
Definitivamente nuestro Pastor está pendiente de nosotros. Nunca nos deja ni
nos suelta. Si estamos cansados nos lleva a verdes prados; si tenemos sed y
cansancio nos conduce a aguas de reposo; si estamos desolados, amargados,
atribulados nos restaura y fuera de eso nos guía por senderos de justicia. Podemos
cruzar valles tenebrosos y no tener miedo porque nuestro buen Pastor nos guía
el camino y nos llena de confianza (v. 4).
¿Cuántas veces hemos
tenido sed, cansancio o estado en peligro de muerte? Son muchas diría yo, y
otras tantas quizá, abandonados o relegados. Lo hermoso es saber que no estamos
solos, que hay alguien que vela por nosotros día y noche. Tenemos a nuestro
lado quien nos consiente y permanece por siempre; ¡Aleluya! Ese es nuestro buen
Pastor. Hagamos de este Salmo una realidad en nuestras vidas. Permitámosle al
Señor, ser en verdad nuestro Pastor.
Amado Señor Jesús:
Tú Eres el buen Pastor que estás pendiente de cada una de tus ovejitas del
redil. Gracias porque si nos perdemos nos sales a buscar; porque si estamos
lastimados nos levantas en tus brazos y sanas nuestras heridas. Si estamos
cansados nos permites descansar y nos ofreces agua viva para calmar nuestra sed
y ansiedad. Fuera de eso, nos ofreces un banquete para estar en comunión
Contigo. Nos das plenitud y gozo a través de tu Santo Espíritu. Diariamente recibimos
tu favor y además de eso, nos prometes vida eterna a tu lado. Señor, Contigo lo
tenemos todo. ¡Qué haríamos sin Ti! ¡Gracias por ser nuestro Buen Pastor!
Un abrazo y bendiciones.
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