Enaltécete, Señor, con tu poder, y con salmos celebraremos tus proezas.
Salmo 21:13. NVI.
Lectura: Salmo
21:1-13. Versículo del día: Salmo 21:13.
MEDITACIÓN DIARIA
“En tu fuerza, Señor, se
regocija el rey; ¡cuánto se alegra en tus victorias! Le has concedido lo que su
corazón desea; no le has negado lo que sus labios piden”. Salmo 21:1-2. El rey
David reconoce lo que el Señor ha hecho para bien en su vida. Tanto en las
victorias como en la vida misma de él, ha visto la mano de su Dios. Le ha dado
una vida larga y duradera y coronado con diadema de oro; lo revistió de honor y
gloria dándole triunfos en las guerras (vv. 3-6). Su confianza está puesta en
el gran amor del Señor.
Termina David este Salmo
enalteciendo al Señor y celebrando sus gestas ¿con quién celebraba? Muy
seguramente con la asamblea de su pueblo. Hay que anotar el entusiasmo del Rey
al reconocer en quién ha creído y a quién le debe sus hazañas. ¡Cuántas veces
nosotros pasamos por alto y dejamos de reconocer lo que nuestro Dios vive
haciendo en nuestras vidas! Creo que en eso radicaba también, el corazón
conforme al corazón de Dios: actuaba sana y humildemente sin dejar de alabar con
regocijo cualquier triunfo alcanzado. Reconozcamos que lo que somos le
pertenece a Dios nuestro Señor; que nosotros no hemos hecho nada y todo se basa
en su obra realizada en cada uno.
Amado Señor:
también somos conscientes que lo que somos te lo debemos a Ti. Tú Eres nuestro
Guardador y Protector; nuestro Salvador. Eres la Roca fuerte que sostiene
nuestros cimientos; Eres el Pastor que nos guías hacia verdes prados para descansar.
Tú, bendito Señor y Dios, ¡lo abarcas todo! Y además de eso, nos tienes
resguardados en tu mano preventiva. Gracias, muchas gracias por tanto bien para
nosotros. ¡Te amamos Señor!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario