Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente.
Romanos 12:10. NVI.
Lectura: Romanos
12:9-21. Versículo del día: Romanos
12:10.
MEDITACIÓN DIARIA
Nuevamente nos damos
cuenta que la base del Nuevo Testamento, o sea de las buenas nuevas es el amor
manifestado en todas sus áreas y para todos por igual. ¿Cuál es el amor que
debemos ofrecer? Un amor sincero, sin fingimiento alguno, rechazando lo malo y
siguiendo lo bueno. Un amor gozándonos en las cosas buenas y sufriendo con el prójimo
en las circunstancias adversas, sin dejar de orar por ello. Compartiendo con
los necesitados y practicando la hospitalidad. Bendiciendo así sea al enemigo y
no maldiciendo. Si tiene hambre, darle de comer y si tiene sed, darle de beber.
Estando alegres con el alegre y llorando con los que lloran. En fin, viviendo
en armonía unos con otros; dejando todo orgullo y altivez con los humildes. El
verdadero amor no devuelve mal por mal; al contrario, procura el bien por
igual. Y en cuanto dependa de nosotros, estar en paz con todos sin desear
vengarnos, porque eso le corresponde a Dios. Hay que vencer el mal con el bien.
(vv. 10-21).
Amado Jesús: a
veces creemos que el amor que nos demandas es cómodo de practicar y cuando
vamos a los hechos nos damos cuenta que no es tan fácil de brindar. Señor,
llénanos de Ti para que podamos ser verdaderos dadores de lo que nos has ofrecido
sin merecerlo. Con este amor igual queremos llegar a todo nuestro prójimo. Ayúdanos
a ser verdaderos testigos Tuyos. ¡Muchas gracias buen Dios! ¡Te amamos!
Un abrazo y bendiciones.
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