sábado, 16 de enero de 2021

Enséñanos a mirar con ojos espirituales

Tú te compadeces de una planta que, sin ningún esfuerzo de tu parte, creció en una noche y en la otra pereció. Y de Nínive, una gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no distinguen su derecha de su izquierda, y tanto ganado, ¿no habría yo de compadecerme? 

Jonás 4:10-11. NVI.


Lectura: Jonás 4: 1-11.  Versículos del día: Jonás 4:10-11.


MEDITACIÓN DIARIA


El Señor dispuso todo para darle a Jonás una buena enseñanza. Jonás no estaba de acuerdo en que el Señor hubiera sido bondadoso y compasivo con el pueblo de Nínive; se enfureció tanto que le pidió al Señor, le quitara la vida. Entonces, Dios dispuso que una planta creciera rápido para resguardarlo del calor del día. Al nuevo amanecer un gusano la había dañado y la planta se marchitó; por consiguiente, ya no podía darle sombra a Jonás (vv. 1-9). Esto terminó de enfurecerlo y el Señor tuvo cómo hacerle caer en cuenta de su error (vv. 10-11).

Esta corta lectura me hace pensar en qué fácil es caer en la trampa del enemigo. Por cosas muchas veces de poca transcendencia, perdemos la cordura y nos dejamos llevar del enojo. Cuando pasa la tempestad y llega la calma también podemos reflexionar y entender que nos estábamos ahogando en un vaso de agua. Tal vez, desconfiamos de lo que Dios pudiera hacer en esa situación tomando nosotros el timón y ahí sí, las cosas cambian y se caen. Aprendamos a controlarnos y a saber que Dios es Soberano, Sabio, Bondadoso y Compasivo. Él sabe perfectamente para dónde vamos y por qué ha permitido ese escenario. Simplemente refugiémonos en el Señor y esperemos que Él dirige todo a favor nuestro (Romanos 8:28). O tal vez, pienso ahora, que esos contratiempos pueden suceder para que los del percance puedan conocerlo y llegar a sus pies. Infortunadamente la confusión y el enojo no nos permiten ver más allá de lo que el Señor espera de nosotros. Miramos con ojos humanos y no espirituales.


Amado Señor: Ante todo te pedimos perdón porque dejamos pasar las oportunidades, sin advertir que ahí también estás presente. Enséñanos a sacar partido de ellas y a ver tu bondad y compasión por los que no te conocen. Utilízanos en tu obra y que el mundo pueda saber de Ti, así sea en medio de circunstancias adversas. Gracias por tu perdón y por la enseñanza dejada. ¡Te amamos buen Dios y Señor!


Un abrazo y bendiciones.                                                            

No hay comentarios: