Ahora bien, es verdad que algunas de las ramas han sido desgajadas, y que tú, siendo de olivo silvestre, has sido injertado entre las otras ramas. Ahora participas de la savia nutritiva de la raíz del olivo.
Romanos 11:17. NVI.
Lectura:
Romanos 11:11-24. Versículo del día: Romanos
11:17.
MEDITACIÓN
DIARIA
Así
es; nosotros los gentiles somos como ramas injertadas en el olivo silvestre.
Algunas de las ramas del árbol de Abraham fueron cortadas. De este modo, recibimos
la bendición que Dios prometió a Abraham y a sus hijos, con lo cual compartimos
con ellos el alimento nutritivo que proviene de la savia de la raíz del olivo. ¿Qué
quiere decir esto? Que ahora formamos parte del pueblo de Dios y de este modo
recibimos la vida eterna.
El
Señor nos sigue mostrando su benevolencia y tal vez, suceda como con el pueblo
de Israel: algunos a pesar de tener todo a su alcance, rechazan el ser
injertados. Ahora, nosotros, en el tiempo de la gracia, sin tener que hacer el
menor esfuerzo, somos bendecidos con esa preciosa gracia y muchos la desechan. Una
bendición tan grande y es menospreciada.
Esta
Palabra es para ti: voltea los ojos al Dios Poderoso y acepta en tu corazón al
que vino a morir en tu reemplazo, a Jesús de Nazaret. Acepta ser parte de ese
árbol y de ser partícipe del pueblo de Dios.
Amado
Señor: gracias porque ahora entiendo que la bendición impartida a Abraham,
también es para mí. Yo acepto buen Jesús todo lo que viniste a pagar en mi
rescate. Quiero formar parte de los tuyos y recibir la vida eterna que me
ofreces. Amén.
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario