lunes, 11 de enero de 2021

Alcanzando la justicia Divina mediante la fe en Jesucristo

¿Por qué no? Porque no la buscaron mediante la fe, sino mediante las obras, como si fuera posible alcanzarla así. Por eso tropezaron con la piedra de tropiezo. 

Romanos 9:32. NVI.


Lectura: Romanos 9:30-33.  Versículo del día: Romanos 9:32.


MEDITACIÓN DIARIA


Dice la lectura que los gentiles, quienes no estaban buscando la justicia, la alcanzaron, mientras que Israel que iba en busca de una ley que le diera justicia, no lo logró. El versículo del día nos responde el porqué no. Porque los israelitas trataron de salvarse haciendo buenas obras, como si eso fuera posible. Cristo fue para ellos una piedra en la que tropezaron. Así estaba escrito: “Pero el Señor Dios dice: ¡Miren, estoy poniendo en Sion una piedra como fundamento; es de gran belleza y probada en su resistencia y rectitud, muy segura para edificar sobre ella! El que crea jamás tendrá que huir otra vez” (Isaías 28:16 NBV). Así es. La piedra puesta por Dios Padre es Jesucristo; de gran belleza, resistente y recta. De cimiento firme y el que confíe en ella no andará desorientado, no se inquietará, no tambaleará ni vacilará. Estará parado sobre la Roca.

El Señor Jesús; el fundamento de la que es ahora su Iglesia. Hoy en medio de tanta confusión que vivimos aquí en USA, o muy seguramente también en tu país, te invito a que te pares sobre ese cimiento firme para que el ímpetu de los fuertes vientos que azotan tu vida, no te desanimen ni te hagan dudar del amor de Dios, que es a través de su Hijo Cristo el Señor. Te invito a orar:


Señor Jesús: gracias porque soy parte de los gentiles y he decidido entregarte mi vida. Quiero pararme firmemente confiando en tu Presencia en mi vida y decirte que acepto lo que hiciste por mí en la cruz del Calvario. ¡Necesito de Ti! Gracias por perdonar mis pecados y limpiarme con tu preciosa sangre. Reconozco que Eres el Hijo de Dios muerto y resucitado. Gracias por permitirme alcanzar la justicia que es mediante la fe en Ti. Sé ahora, Tú mi Señor y Salvador; quiero morar por siempre a tu lado. ¡Te amo Jesús!


Un abrazo y bendiciones.

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