sábado, 26 de diciembre de 2020

Tú serás mi Rey también

 ¿Dónde está el que ha nacido rey de los judíos? —preguntaron—. Vimos levantarse su estrella y hemos venido a adorarlo. 

Mateo 2:2. NVI.


Lectura: Mateo 2:1-12.  Versículo del día: mateo 2:2.


MEDITACIÓN DIARIA


La estrella se levantó para anunciar que había nacido el Rey y Salvador. Los sabios de oriente, llamados comúnmente reyes magos fueron a adorarle al sitio donde proféticamente estaba escrito: Belén de Judea (Miqueas 5:2).

El Niñito Jesús no solamente es el Rey de los judíos. Él es el Rey de reyes y Señor de señores. Sería bueno que también tú le buscaras para que se convierta en tu gran Rey. Cree por fe que la estrella está posada sobre tu casa y que Jesús está a la puerta queriendo entrar. ¿Qué le dirás? ¡Sigue! O por el contrario le cierras la puerta. Él quiere venir a cenar contigo: “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). Jesús está llamando a la puerta de tu vida. Permítele seguir. Oremos:


Jesús amado: yo te necesito y hoy decido abrir la puerta de mi corazón para que vengas a morar conmigo. Perdona mis pecados y hazme de acuerdo a tu santa voluntad. Gracias por perdonarme y limpiarme. De ahora en adelante Tú, Jesús serás mi Rey por excelencia. Serás mi Señor y Salvador. Amén.


Un abrazo y bendiciones.

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